Son un total de 155 especies de aves las que habitan en el municipio de Ares, según el “Inventario y valoración de la avifauna del ayuntamiento de Ares”, un estudio promovido por su área de trabajo que refleja la biodiversidad aresana y desgrana las diferentes aves silvestres que pueden observarse en los espacios naturales y urbanos del municipio. La edil de Medioambiente, Lucía Blanco, presentó esta mañana el documento. «El listado nos permite identificar las especies de mayor relevancia en Ares, pero también los hábitats existentes sobre el territorio con especial valor ornitológico. Con la información disponible, también podemos comenzar a planificar proyectos de protección medioambiental más precisos”, destacó.
El inventario comprende un total de 155 especies, 93 de ellas con presencia confirmada y un mínimo de otras 22 especies con una presencia muy probable, “debido a su estatus común en el conjunto del territorio comarcal”, segundo recoge el estudio. Dentro de este catálogo, seis son las aves que presentan un alto interés por su inclusión en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas, la normativa que rige la protección de la flora y fauna, junto con sus hábitats, en Galicia.
La pardela balear (puffinus mauretanicus) se convierte en la principal especie en peligro de extinción que puede tener presencia en Ares, pero se trata de un ave estrictamente marina que limita su actividad al campo litoral. El estudio recoge su presencia en períodos de tiempo muy específicos, pero también defiende que no realiza su reproducción en la costa aresana.
En lo relativo a las aves vulnerables, el número asciende a cinco especies: La gaviota tridáctila (Rissa tridactyla), que normalmente se encuentra posada en playas o rochedos costeros, pero en tiempos breves. El cormorán cristado (Phalacrocorax aristotelis), que está presente durante todo el año en las costas aresanas, con un importante dormidero en las Islas de las Mirandas. La gabita (Haematopus ostralegus), que comparte espacio de nidificación con la anterior especie en las Islas de las Mirandas.
El águila pescadora (Pandion haliaetus), que puede observarse en los pasos migratorios de marzo-abril y septiembre-octubre en casi cualquier punto de la costa de Ares. El papoazul (Luscinia svecica), un pájaro que pasa escasos días o horas en Ares en los juncales o bosques pantanosos abiertos nos mismos pasos migratorios del águila pescadora.
Junto a las Islas de las Mirandas, el estudio muestra tres espacios más con marcado interés para la avifauna aresana. El área existente entre la playa de la Barrosa hasta Punta Coitelada es uno de ellos por su capacidad de albergar colonias ante la escasa presencia humana y los hábitats que contiene. También a Xunqueira, por su alternancia de vegetación de marisma, carballeiras y bosque pantanoso es otro de los lugares de considerable valor ornicológico. Sin embargo, por encima de ellos destaca especialmente la propia playa urbana de Ares, por constituirse como la zona con mayor espacio intermareal, justo donde desemboca el río de la Xunqueira. Allí puede observarse la mejor muestra de aves acuáticas invernantes y en migración en todo el ayuntamiento.