Los visitantes de la Ferveza do Ézaro, en Dumbría, ya no tendrán que conformarse con ver de lejos la única desembocadura de un río en Europa que termina en una cascada: los trabajos de mantenimiento iniciados hace un mes ya han finalizado.
La pasarela, accesible para personas con movilidad reducida y que permite acercarse a los pies de la cascada, llevaba cerrada desde el pasado 22 de octubre.
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