La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, anunció hoy que dieron comienzo los trabajos para diseñar y articular la nueva normativa de circulación municipal, en la que ya se integrará el reglamento de la Zona de Bajas Emisiones -ZBE- que se creará en la capital. Áreas que son obligatorias para las ciudades de más
de 50.000 habitantes con el objetivo de cumplir con el mandato europeo de reducir las emisiones de C02.
En el caso de Lugo, recordó la regidora, la primera ZBE corresponde al Casco histórico entre murallas, que será peatonal en su totalidad gracias al proyecto Corazón Verde, cofinanciado por fondos europeos con el que “gañaremos espazos para a cidadanía, reduciremos o tráfico rodado e renaturalizaremos as prazas e rúas coa finalidade de minorar a contaminación atmosférica, os niveis de ruído e as vibracións, altamente prexudiciais para a saúde da cidadanía, pero tamén perigosas para a conservación do noso rico patrimonio histórico e artístico, especialmente para os Bens Mundiais do municipio”.
El proyecto pretende mejorar la calidad de vida, poner en valor los espacios emblemáticos entre murallas y dinamizar social y económicamente el Casco histórico, al tiempo que se aminoran hasta un 40% las emisiones en las calles del entorno que soportan un tráfico de 37.000 vehículos semanales. Méndez avanzó, asimismo, su disposición de trabajar para que el nuevo reglamento alcance el mayor consenso posible “polo que acabamos de abrir un proceso de participación cidadá encamiñado a manter un diálogo cos distintos sectores económicos e sociais implicados e coas persoas residentes”.
El ejecutivo municipal adjudicó el pasado octubre el contrato para diseñar las medidas que regirán la ZBE, “e agora iníciase un prazo de 6 meses para obter toda a información que permita, baixo parámetros de xustiza social, tomar as decisións que incrementen a eficacia das peonalizacións previstas“. Méndez trasladó que, en esta primera fase de diagnóstico, de la mano de la empresa adjudicataria de la licitación, “desenvolveremos sesións de debate aberto cos diferentes axentes sociais para recompilar as diferentes opinións e sensibilidades. Apostamos, sostivo, por concienciar e non por sancionar, polo que queremos coñecer todos os puntos de vista dos diferentes axentes implicados – tanto a veciñanza do centro, como as asociacións de comercio e hostalería, a rede de distribuidores, ou os servizos de transporte de viaxeiros –, que poderán trasladarnos as súas ideas e suxestións coa finalidade de valoralas e telas en conta, na medida do posible, á hora de artellar a nova Ordenanza”.
Este proceso de participación ya se inició con reuniones mantenidas con representantes de la hostelería y el comercio, así como con los técnicos municipales y, próximamente, se mantendrán más reuniones con los distintos colectivos afectados así como con las personas residentes.