La oposición de Muxía —el edil del BNG, los del PP y los concejales no adscritos— no asistieron a la última sesión plenaria de la legislatura, que tuvo que ser anulada por falta de quórum, lo que impidió dar luz verde a inversiones por valor de 695.000 euros que comprendían la segunda fase de la creación de la red de abastecimiento de agua potable en Suxo, la adquisición de una bomba para la ETAP Os Muíños, mejoras en aceras y en rejillas de aguas pluviales, pagar a proveedores o la construcción del patio exterior de la guardería municipal, entre otras cuestiones.
«La oposición volvió a hacer lo que mejor sabe: esconderse y ningunear a los vecinos, mirando de nuevo para otro lado y bloqueando proyectos y propuestas firmes que mejoran la calidad de vida de todos, no respetando ni siquiera el último pleno de la corporación», sentenció el alcalde y candidato socialista a la reelección, Iago Toba, minutos después de la anulación de la sesión plenaria.
Acompañado por su equipo de Gobierno, integrado por Olalla Benlloch y Javier Romar, el regidor denunció que, al dejar su asiento vacío, los ,miembros de la oposición «no atendieron a la responsabilidad de su cargo y atacaron directamente a la democracia, volviendo a demostrar que no tienen ningún compromiso ni con Muxía ni con su gente».