Debido a los avances en el proyecto de humanización de la avenida de As Pías que lleva a cabo el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el próximo lunes, 2 de octubre, se cerrará de forma permanente el paso inferior de la calle Nueva de Caranza. Esta medida, según ha informado en Concello de Ferrol, está directamente relacionada con las obras que se están llevando a cabo en la mencionada avenida, que también incluyen la reposición de la línea telefónica.
Este cierre afectará a los usuarios del transporte público de la ciudad, en particular a la línea C del autobús urbano. Los autobuses que conectan Caranza y Plaza Vieja sufrirán un desvío definitivo en su trayecto. A partir de la próxima semana, la ruta de la línea C se modificará para circular por la calle Telleiras, avenida de Esteiro y calle Carvalho Calero. La ruta retomará su recorrido habitual cuando el autobús se acerque a las inmediaciones del mercado de Recimil, y esta modificación se mantendrá hasta que finalicen las obras en la avenida de Las Pías.
Es importante subrayar que el desvío solo afecta el tramo entre Caranza y Praza Vella, y que no habrá cambios en la ruta en sentido contrario, de Praza Vella a Caranza. El Ayuntamiento pide comprensión a los vecinos y usuarios del transporte público por las molestias que estas modificaciones puedan ocasionar, asegurando que se busca la mejora y modernización de las infraestructuras de la ciudad.
Cabe recordar que hace dos se inauguró un nuevo «bypass» provisional en esta avenida. Este desvío, que es una curva que evita el tramo de La Trinchera, posibilitará próximamente el derribo del paso superior para, en una fase más avanzada, construir una rotonda que conecte con As Pías. Además de La Trinchera, aún están pendientes el derribo de los dos puentes en Caranza, la pasarela peatonal metálica y parte del viaducto de la calle Marqués de Santa Cruz, además del mencionado puente sobre la calle Nueva de Caranza. Estas intervenciones forman parte de una obra que convertirá la avenida de As Pías en un bulevar, eliminando los taludes de separación y sustituyéndolos por rotondas.
El proyecto, con un presupuesto cercano a los diez millones de euros, es financiado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con fondos europeos Next Generation, convirtiéndose en la primera obra de humanización realizada con este financiamiento. Las obras, que se dividen en dos fases simultáneas, comenzaron hace más de un año y deberían finalizar en la última parte de 2024.