Un informe reciente ha puesto de relieve una preocupante realidad en Galicia: desde el 28 de noviembre hasta el 31 de diciembre, las mujeres gallegas efectivamente trabajan sin remuneración. Este fenómeno se debe a la brecha salarial de género, que indica que las mujeres gallegas ganan un 9,3% menos por hora que los hombres. Este porcentaje se traduce en 34 días de trabajo no remunerado al año para las mujeres en comparación con sus colegas masculinos.
El análisis, basado en los datos de la Encuesta de Estructura Salarial (2021) del INE y complementado con información de Eurostat 2023, revela que la brecha salarial en Galicia, aunque significativa, es solo una parte de una imagen más amplia. La disparidad se agranda aún más cuando se consideran factores como el tipo de contrato, la jornada laboral y los complementos salariales. En Galicia, 114.800 mujeres trabajan a tiempo parcial, frente a 44.400 hombres. Además, los complementos salariales que reciben las mujeres suelen ser inexistentes o significativamente inferiores a los de los hombres.
A nivel nacional, Galicia se sitúa en la mitad de la tabla en cuanto a brecha salarial por hora. Cataluña presenta la mayor diferencia con un 13,3%, mientras que Extremadura muestra una brecha negativa (-1,8%), favoreciendo a las mujeres. En promedio, en España, las mujeres ganan un 8,9% menos que los hombres en salario por hora, lo que se traduce en 32,48 días de trabajo «gratis» al año.
En el contexto de la Unión Europea, las mujeres ganan un 12,7% menos por hora que los hombres. Esto equivale a trabajar sin remuneración durante un mes y medio, o 46,35 días al año. La Comisión Europea ha designado el 15 de noviembre como un día simbólico para concienciar sobre esta desigualdad. Los países miembros de la UE muestran grandes variaciones en esta brecha, con Estonia al frente con un 22,5% y Luxemburgo con un -0,2%, beneficiando a las mujeres.
España ha experimentado un avance significativo en los últimos años, ocupando el séptimo lugar entre los 27 países de la UE con brechas salariales más bajas. Esto se debe, en parte, a las políticas nacionales de igualdad salarial entre mujeres y hombres, incluyendo incrementos en el Salario Mínimo Interprofesional y la aprobación de leyes que promueven la igualdad de trato y oportunidades en el empleo.