La Guardia Civil encontró este miércoles en Mazaricos (A Coruña), en un lugar cercano en donde apareció el cráneo de un vecino desaparecido en diciembre de 2022, más restos óseos y prendas de ropa en bolsas que no pertenecerían a esta misma persona.
Según fuentes conocedoras de la investigación consultadas por Europa Press, habría que esperar unos días a que las pruebas de ADN confirmen que se trata de otro desaparecido. Por el momento, a falta de ratificación, se trabaja con la hipótesis de que no son de Antonio Tuñas, vecino de Mazaricos de 72 años, cuyo cráneo apareció hace un mes en un terreno de Gosolfre, en Chacín.
Durante las labores para intentar esclarecer qué le ocurrió a Tuñas, el dispositivo de búsqueda activado en la misma zona, en el que participaron Protección Civil y la Guardia Civil con perros del servicio Cinológico, encontró en la tarde del miércoles más huesos humanos en varias bolsas y prendas de ropa.
Los restos fueron puestos en manos de la Unidad de Policía Judicial de A Coruña, que trabaja para determinar si hay alguna vinculación entre ambos crímenes, que se están tratando como supuestos homicidios.
Vinculación con “Pandolo”
La Guardia Civil investiga si ambos sucesos se pueden atribuir a ‘Pandolo’, un vecino de Mazaricos con antecedentes y que disfrutaba de un permiso penitenciario cuando Antonio Tuñas desapareció.
Así, también se le vincularía con el caso de Javier Iglesias Otero, un hombre de 50 años que residía en Culleredo y que desapareció en mayo de este año. En su domicilio, en la zona de Orro, se hallaron restos de sangre.
Sobre el caso de Mazaricos y su atribución a ‘Pandolo’ fue preguntado la semana pasada el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, quien ratificaba que la investigación seguía abierta y no se descartaba “ninguna hipótesis”, tampoco la vinculación con otros sucesos similares.