Los centros de estética están viviendo un auge en los últimos años. En el ejercicio posterior al de la pandemia se acució un fuerte crecimiento en el volumen de negocio y actualmente, en España, ya son más de 30.000 centros de belleza, entre los que se encuentran los centros de estética, los spas o las cabinas de estética en peluquerías.
En estos centros se intervienen a clientes que van en busca de un servicio que les aporte salud y bienestar, pero también que les devuelva una mejor imagen de sí mismas, sin que esa intervención represente un riesgo para su salud. En definitiva, muchas personas buscan métodos más económicos y menos invasivos que los que les aporta la medicina estética.
Por lo tanto, antes que nada, se debe diferenciar entre los Centros de Estética y los Centros de Medicina Estética. Cada uno es diferente, aunque sí que es verdad que ambos sectores viven un buen momento. Esta fuerte demanda se puede deber principalmente a que el incremento de la longevidad en la población provoca un sentimiento de querer cuidar el aspecto durante el mayor número de años posible.
Por otro lado, la mejora de la apariencia aumenta la autoestima y de ello se deriva una buena salud mental. Pero no es menos desdeñable la enorme influencia que tiene sobre la población las redes sociales, sobre todo entre los más jóvenes, en donde se muestran apariencias concretas que van modulando los estilismos.
Primero, lo natural
Eva Andújar, gerente del Centro de Estética Avanzado DEVA de Ferrol, matiza que los tratamientos estéticos, al contrario que los de medicina estética, “no son tan invasivos y que tienen un nicho muy grande de clientes que, antes de llegar a un tratamiento médico como los pinchazos, los ácidos fuertes, los láseres agresivos u otros tratamientos, tiran primero de centros estéticos”. En concreto, estos sitios apuestan más por “métodos naturales” como el de la maderoterapia. En este procedimiento se usan unas herramientas que “parecen de tortura, pero que en realidad es un tratamiento ancestral que es muy agradable”, explica.
Se trata de instrumentos de madera como rodillos, mazos o cuencos con las que se aplica presión y movimiento sobre la piel con el objetivo de masajear ciertas partes del cuerpo y, dependiendo del tipo de masaje, se consigue o bien moldear o bien drenar. También mejora la circulación sanguínea, reduce la celulitis, tonifica la piel y relaja los músculos.
Sin embargo, Eva Andújar aclara que “este tipo de métodos, al ser poco invasivos, necesitan que las personas pongan de su parte. Funciona siempre y cuando haya una buena dieta, ejercicio y una rutina de aplicación de cosméticos recomendados junto con el tratamiento”. En una clínica de estética, es fundamental comprender que los resultados de los tratamientos no son instantáneos —a excepción del de la higiene facial—. Cada procedimiento requiere múltiples sesiones, para alcanzar los resultados deseados, aunque la cantidad de sesiones puede variar según la respuesta individual del cuerpo.
Pero en realidad, cualquier tratamiento estético, para que sea duradero y efectivo, requiere de un compromiso continuo y un enfoque integral. Asimismo, la esteticista podrá aconsejar sobre la combinación de diferentes tratamientos, como por ejemplo maderoterapia con radiofrecuencia, que “es una corriente que lo que hace es estimular nuestro propio sistema celular para que siga trabajando y rindiendo”.
Toque de atención al sistema celular
Esta estimulación es necesaria porque con los años dejamos de producir colágeno y elastina, dos proteínas que traen a la piel firmeza y elasticidad, respectivamente. El sistema celular se vuelve más vago y el cuerpo detiene esta síntesis de proteínas corporales. Por lo tanto, lo que consigue la radiofrecuencia es “dar un toque de atención al sistema celular y decirle que tiene que seguir trabajando”, logrando que las produzca de forma natural, más rápida y efectivamente.
La dueña de DEVA confirma que es un tratamiento que funciona muy bien el facial y que prepara a la piel para que esté más receptiva para posteriormente aplica la maderoterapia. “Hay gente que entra el centro con la idea de hacerse uno y se va con dos tratamientos, cuando conoce los beneficios”. Con esto se consigue que esa tonificación y drenaje para que todo “vuelva a estar en su sitio”.
Con todo y con eso, el servicio más demandado —sobre todo en los primeros 6 meses del año— sigue siendo el de la depilación con láser de diodo, que se ha puesto en cabeza incluso delante de la depilación con cera. Su carácter permanente hace que sea más rentable, a la larga, pero hay que tener cuidado de no aplicarlo días antes y después de tomar el sol.