La abogada y política del Partido Popular, Andrea Levy, ha estado el pasado jueves al mediodía en Ferrol, durante la presentación de su libro, «La utilidad de todo este dolor», en la Central Librera de Dolores. Estuvo acompañada por el presidente del PP de Ferrol, José Manuel Rey Varela, y por integrantes de Affinor (Asociación de fibromialgia y fatiga crónica del noroeste). Allí ha asegurado que su «fortaleza» ha sido encontrarle «utilidad» a la enfermedad crónica «que la acompaña», «una enemiga a la que no quiero ver», pero que le ha servido para «aprender a convivir con ella», en alusión a la fibromialgia.
Levy fue diagnosticada con fibromialgia en 2015, después de ser diputada en el Parlamento de Cataluña por el Partido Popular, y actualmente es concejala del mismo partido en el Ayuntamiento de Madrid. Explicó que ha aprendido a no ignorar la dolencia, ya que se podría pensar que merece una forma de vida que incluya la fatiga, el cansancio, el dolor, el insomnio y la sensación de no poder más. Mencionó que estos síntomas pueden estabilizarse si se aprende a convivir con ellos de la mejor manera posible, aceptando que habrá días malos.
Levy detalló que para ello «primero hay que abordarlo desde un punto de vista médico, con los especialistas que nos pueden ayudar más». Además, explicó sus razones para escribir este libro. «Durante mucho tiempo conviví con esta enfermedad, ignorándola, pero también malviviendo a base de toda esta medicación que al final hizo que viviese peor», aseguró.
La carrera política
Pese a las circunstancias, Levy ha optado por continuar su carrera política. Ha reflexionado que la constante autoexigencia, la búsqueda de la perfección y la presión de querer alcanzar todo de la mejor manera, tanto profesional como personalmente, le estaban afectando negativamente a su salud y reduciendo sus logros: «al final me estaba costando la salud y cada vez alcanzaba menos cosas», confesó.
La edil de Madrid también ha admitido que hubo momentos en los que reconoció las señales de su cuerpo que le indicaban que algo no iba bien y que, a pesar de ignorarlas, persistían y su situación no mejoraba. «Hay muchas señales en mi cuerpo que me están diciendo que me está pasando algo y por mucho que las ignore, siguen estando aquí, y no voy a mejor», declaró. Este cúmulo de señales le provocaba cada vez más dolor, según sus palabras.
Con su libro, Levy pretende ofrecer una visión amplia de diversos tipos de dolor, tanto físico como emocional, incluyendo el dolor por pérdidas y el dolor provocado por situaciones externas a las que uno se ve obligado a enfrentarse. Reconoció que, en su caso, este dolor estaba estrechamente relacionado con su dedicación a la política, especialmente en un contexto donde la tensión y los afectos sentimentales en Cataluña eran muy intensos.
Según Levy, es crucial aprender a convivir con uno mismo y aceptar que no siempre se alcanzan las metas de inmediato. «Hay que aprender esa convivencia con uno mismo… por eso el libro también es un reflejo… de una generación política», concluyó.