Desde hace cinco años la Ría de Muros e Noia cuenta con un llamativo habitante a tiempo completo: el delfín solitario Confi, también conocido como Manoliño, al que es habitual ver cerca de playas y puertos en todos los municipios de la zona. En las últimas semanas ha estado muy presente en Carnota, Dumbría, Corcubión y Cee, pero desde la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) han alertado de comportamientos problemáticos.
Así, la Cemma ha comprobado que este delfín solitario (Tursiops truncatus) frecuenta el puerto de Cee durante los fines de semana, manteniendo seguimiento y contacto con las embarcaciones sin causar mayores problemas.
Durante la semana, por las mañanas, frecuenta la escuela de vela de Corcubión, donde la instructora “es muy respetuosa y recomienda a los jóvenes participantes que eviten el contacto directo con el delfín”, a pesar de que el ejemplar se acerca a las embarcaciones, por lo que se trata una situación bastante controlada.
A Manolino o Confi el Delfín lo han encontrado con un arpón
Esta es la consecuencia de acariciar a animales libres ,
El animal debe temer al humano para evitar que desalmados le hagan daño y abusen de su confianza
¿Quieres a los delfines ?
Mira y no toques pic.twitter.com/86MGBC8K66— AmaregarDefensoraAnimalista.Ecologista.Feminista (@amaregar) October 31, 2022
Sin embargo, por las tardes y durante los fines de semana frecuenta las playas, donde ocurren “muchas situaciones de acoso por parte de los bañistas”, ya que el ejemplar se acerca a los humanos, pero “no es respetado y docenas y hasta cientos de personas se agolpan a su alrededor buscando el contacto directo”.
“Las prácticas de los bañistas con el delfín son muy negativas y faltas de respeto; además, conllevan un gran riesgo del que no son conscientes, ya que es un animal que puede superar los tres metros de longitud y los 400 kilos de peso y puede causar daños incluso sin querer”, lamentan desde la Cemma.
El contacto directo con el animal también constituye un delito, ya que no está permitido por la legislación vigente sobre especies protegidas. Además, existe la posibilidad de contagio de zoonosis por contacto de enfermedades virales, epidérmicas o neumonía.
Las peores consecuencias, en todo caso, no recaen sobre los bañistas que se exponen a sufrir algún daño: cuando termine el verano, el delfín seguirá buscando humanos con los que interactuar y, por lo tanto, se acercará a los buceadores profesionales, interrumpiendo su trabajo. Esta situación puede tener consecuencias fatales para el animal, que en el año 2022 ya recibió un arponazo.
Concienciando desde 2019
Desde 2019, la Cemma puso en marcha una campaña de divulgación que se materializó en la colocación de carteles en las playas de la Ría de Muros e Noia con información sobre el protocolo de actuación y referencias legales. La entidad también dispuso de equipos de informadores en las playas, quienes trataban de informar a los bañistas para evitar que se metieran al agua con el delfín. Finalmente, se eliminó la actuación de estos equipos tras recibir insultos y vejaciones por parte de los usuarios de las playas. Como consecuencia de todo esto, el delfín terminó mordiendo a una bañista en la playa de Ornanda, en Porto do Son, enviándola a urgencias.
Ante esta situación, la Cemma solicita a las autoridades y fuerzas de seguridad que tomen “las medidas policiales pertinentes” para evitar esta situación. De lo contrario, solicitará el cierre de las playas frecuentadas por el delfín para el baño.
Recomendaciones
“Por muy solitario que esté el delfín debemos recordar que es un animal salvaje, especie protegida como vulnerable en la lista de especies amenazadas, al que debemos respetar y darle la máxima tranquilidad posible”, detalla la Cemma, que recomienda “que sea observado desde la costa o acompañando a una embarcación, pero siempre manteniendo una distancia prudencial necesaria para la seguridad de ambos”.
El contacto con un cetáceo puede tener consecuencias directas en la seguridad física y la salud: los humanos pueden causar daños en su piel con las uñas, aletas u otros elementos duros en contacto.
Puede trasladarse información sobre la presencia del cetáceo, consultas e incidencias al teléfono de la Red de varamientos 686989008 o al 112. Conviene seguir las recomendaciones de buenas prácticas en su presencia y respetar las indicaciones de Protección Civil, voluntarios o fuerzas del orden si se encuentran en el lugar del avistamiento, mar, playa o puerto.
Así, se recomienda no ofrecerle comida, no llamar su atención, evitar el contacto, respetar su área restringida de descanso cuando esté en un puerto y adoptar una posición neutral e indiferente si el animal se acerca, manteniendo el mismo rumbo y velocidad, sin cambiar de forma brusca.