En el corazón de Ortegal, en la villa marinera de Cariño, ha nacido un proyecto que promete transformar la manera en que visitantes y locales experimenten la belleza de esta tierra. El barco Monte do Limo surcará las costas de Ortegal desde Cariño, ofreciendo rutas náuticas que revelan los secretos mejor guardados de la región. El proyecto MardOrtegal, impulsado por Carmen Villarnovo y Pablo Souto, refleja el amor de ambos por Cariño y su fuerte conexión con el mar. “Creemos que este pueblo puede resurgir si las nuevas generaciones luchan y emprenden: existen nuevas formas y oportunidades para revitalizar Cariño”, expresan con convicción.
Con ese deseo de devolver al municipio costero la importancia que merece, concibieron la idea de crear un proyecto cuyo centro sería una embarcación de diseño nórdico, construida con el máximo cuidado en el astillero Fibramar de Laxe. Con 10 metros de eslora y 4,20 metros de manga, el barco tiene capacidad para 32 pasajeros y está pensado para una navegación cómoda y segura, sobre todo considerando las difíciles condiciones meteorológicas que pueden darse en la zona.
“Empezamos a mirar barcos pequeñitos como el Xouba, que anda por la ría de Betanzos, pero vimos que no se adaptaba a lo que buscábamos. Entonces contactamos con el ingeniero Clemente Lage, de la empresa pontevedresa Ingemar, quien nos diseñó un barco adaptado específicamente a las características especiales que presenta esta ría”, cuenta Carmen. “Habíamos mirado barcos de segunda mano, pero estaban pensados para aguas tranquilas o rutas muy largas”. De ahí que decidieran que el barco debía ser completamente nuevo, construido desde cero y listo para estrenar.
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El pasado 4 de septiembre, el Monte do Limo se hizo a la mar por primera vez con pasajeros, en la que fue su primera ruta oficial. Sin embargo, llegar hasta este punto no fue fácil. El estreno de las rutas estaba previsto para junio, pero los retrasos, la burocracia, las trabas administrativas y la falta de ayudas supusieron grandes vaivenes emocionales y económicos. “Nos negaron todo tipo de apoyo, argumentando que era un barco de transporte de pasajeros, cuando en realidad se trata de un barco de excursiones”, cuenta Carmen. Añade que recurrieron esa decisión, pero el proceso está siendo complicado, y tantos obstáculos les hicieron perder un mes clave como agosto: “La burocracia nos estropeó el verano”, lamenta.
Rutas para todos los gustos
A pesar de todo, este proyecto, elaborado y pensado con esmero y dedicación, ofrece unas rutas espectaculares. En ellas, los pasajeros pueden contemplar los impresionantes acantilados de Loiba y el Cabo Ortegal, donde se puede observar la fuerza del mar golpeando contra los famosos Aguillóns. Otra de las rutas recorre la ría de Ortigueira hasta el legendario Estaca de Bares, en la que se pueden apreciar playas vírgenes y rincones ocultos que solo se pueden ver desde el mar. Además de ofrecer una excursión por el Xeoparque do Cabo Ortegal que incluye visitas guiadas a los puntos más significativos de este tesoro geológico europeo.
Junto con las rutas, el proyecto también ofrece actividades complementarias como salidas de pesca, excursiones de buceo y visitas gastronómicas, en las que el conocimiento y experiencia de un veterano del mar juegan un papel fundamental: “El patrón es Gustavo Alonso, un pescador muy conocido en la zona, que además hace las veces de guía, explicando todo sobre la región y los secretos del mar”, comenta Carmen con entusiasmo.