La Guardia Civil ha intensificado los controles en los pasos fronterizos con Portugal tras la huida de cinco presos altamente peligrosos de la prisión de Vale de Judeus, al norte de Lisboa. La fuga, que tuvo lugar el pasado sábado, ha generado una alerta internacional, ante la posibilidad de que los reclusos intenten escapar hacia España a través de la ‘raia’, la frontera compartida entre ambos países.
Los esfuerzos se concentran en puntos clave como los pasos fronterizos de Tui, donde se han establecido retenes en el puente internacional y el antiguo viaducto que conectan Galicia con Portugal. Las autoridades ya han sido informadas sobre las identidades de los fugitivos y cuentan con fotografías para facilitar su localización.
La Policía Nacional en Vigo también está al tanto de la situación, aunque no ha confirmado si se han desplegado dispositivos adicionales en el municipio. Sin embargo, se mantiene la colaboración con la Guardia Civil y se espera una respuesta conjunta si los prófugos intentan cruzar a territorio español.
Los presos que escaparon del penal de alta seguridad, donde cumplían condenas por delitos como tráfico de drogas, secuestro y extorsión, son: Fernando Ribeiro Ferreira, de 61 años; Mark Cameron Roscaleer, de 39; Fábio Fernandes Santos Loureiro, de 40; Shergili Farjiani, de 33; y Rodolfo José Lohrmann, alias “El Ruso”, de 59 años. Este último tiene antecedentes en España, donde se le atribuyen varios robos.
Las autoridades portuguesas, alarmadas por la fuga de un penal altamente vigilado, han descrito a los reclusos como “peligrosos” y “violentos”. El director de la Policía Judicial lusa, Luís Neves, advirtió que estos individuos están dispuestos a todo para mantenerse en libertad, incluso a matar. Por ello, pidió a la población que no intente capturarlos y que avise a la Policía si los ven.
La fuga fue cuidadosamente planificada, según fuentes lusas, que describen el escape como una operación de crimen organizado. Los presos utilizaron cuerdas para trepar el vallado del penal y contaron con la ayuda de tres cómplices que les facilitaron una escalera desde el exterior. Una vez fuera, los fugitivos habrían huido en un vehículo que los esperaba.
Ante la gravedad de la situación, las autoridades lusas han activado una alerta internacional y han informado a los países del espacio Schengen, incluidos los cuerpos policiales españoles, sobre la fuga. Las autoridades continúan investigando las circunstancias exactas de la fuga, así como los fallos de seguridad que permitieron que los reclusos escaparan del penal de máxima seguridad. Mientras tanto, la vigilancia en las fronteras se mantendrá reforzada hasta nuevo aviso, en un intento por evitar que los fugitivos abandonen el país.