Hace ya nueve años que un grupo unos jóvenes universitarios tuvieron la feliz idea de crear el blog ‘Aún pillas tortillas!’. “Éramos un grupo de amigos que estábamos en la facultad, íbamos de bares y cañas y nos gustaba la tortilla. Entonces, decidimos hacer un listado de las que más nos gustaban y las que menos. Teníamos nuestro criterio interno pero un día decidimos que sería buena idea comartirlo con el resto de la gente”, cuenta Pablo Pérez, uno de los creadores de la iniciativa.
En aquel momento, por febrero de 2013, ya se llevaba la crítica gastronómica y había páginas web que hablaban de hamburguesas y otros platos. Así que ellos decidieron montar su propio blog sobre uno de los platos más baratos, sabrosos y populares de la cocina española, la tortilla de patatas.
No se trata de un trabajo nada desagradable, pues el suyo consiste en ir de tapas, pasarlo bien entre amigos y luego compartirlo con sus seguidores, desde una visión no excesivamente crítica pero bastante realista. Al principio solo tenían la web ya que un blog era lo que estaba más de moda, pero con el paso de los años fueron creando las redes sociales, según se iba poniendo de moda cada plataforma. “Nos fuimos adaptando a cada red social. A veces hacemos encuestas o publicamos alguna crítica. En twitter retuitemos recomendaciones”, explica.
“Todo desde un punto de vista amateur. No tenemos ínfulas de critica gastronómica“, bromea Pablo, actualmente informático. Y es que el de las tortillas, por supuesto, es su hobby, no su ocupación laboral. Al principio eran tres o cuatro los amigos que se dedicaban a ‘Aún pillas tortillas!’, pero crecieron hasta ser siete. En la actualidad, Pérez es el que gestiona la web, pero se junta con sus socios para hacer catas y estos también le mandan reseñas.
“Con y sin cebolla”
Pablo responde sin miedo ni pelos en la lengua a la pregunta que dividie a las dos Españas: “Yo las prefiero sin cebolla”. Sin embargo, se apresura a añadir que es un firme defensor de que “todas las tortillas están buenas” y rechaza sin pensarlo esta segmentación, pues no comprende que haya una disputa tan grande en torno a la cebolla.
Sea con esta hortaliza o sin ella, lo que está claro es que en A Coruña y en toda Galicia hay un gusto espectacular por la tortilla de patatas. “Teniendo en cuenta que en A Coruña estamos al lado de Betanzos, con fama a nivel nacional, creo que esto influye un poco”, asegura. También precisa que en Galicia hay más variedad, pues en el resto de España es “impensable” la tortilla poco hecha y aquí es “muy popular”.
Ya han catado más de 385 tortillas y, aunque pareza increible, todavía les faltan muchas en A Coruña. “Es una ciudad en la que hay una proporción de bares por habitante criminal”, sostiene Pablo, que reitera que se dedican a las tapas por ocio, no por trabajo, por lo que a veces les resulta complicado trasladarse a algún barrio para probar sus variedades de tortilla.
Uno de sus objetivos es crear un índice con las mejores tortillas y, por supuesto, ya tienen un TOP 10 hecho por ellos y otro realizado por los lectores. Para ‘Aún pillas tortillas!’, la mejor es la del Restaurante O Remo, a la que han cualificado con un 9,25. La segunda clasificada es la de O Cabo (9,23), seguida de la tortilla del Pontejos (9,15) y la de Casa Martín (9,12). Por su parte, los lectores han encumbrado a Cafetería Andy, Casa Martín, Casa Miranda (Betanzos) y O Remo, por ese orden.
I Concurso de crítica tortillera universitaria
Recientemente, el equipo de ‘Aún pillas tortillas!’ ha decidido lanzar el I Concurso de crítica tortillera universitaria. Lo hacen para “modernizar las críticas de las facultades”, pues las que ellos han hecho tienen nueve años, y también para fomentar las voces nuevas y diferentes en su web.
“Nos parecía bien dar la oportunidad a estudiantes y a la comunidad universitaria para que desaten su creatividad”, explica el creador del proyecto, quien detalla que el premio es “humilde” pero puede servir de incentivo. El primer clasificado se llevará 50 euros y el segundo, 15 euros. Además, como publicarán una reseña por cada facultad, todas las seleccionadas se llevarán 5 euros.
Las personas que deseen presentarse deben seguir los parámetros que ellos evalúan a la hora de hacer críticas, poner una foto de la tapa en horizontal y, sobre todo, ser “sinceros”. No hay restricciones de longitud ni de estilo pero las categorías de puntuación que se deben mencionar son el aspecto, la jugosidad, el sabor, el tamaño y el precio, entre otras.