El Aquarium Finisterrae abre la reserva de entradas para las sesiones del mes de febrero de la actividad ‘Aventura con las focas’. Se trata de un taller de divulgación científica en el que las personas participantes visitarán la cocina del Aquarium, participarán en la preparación de los alimentos y accederán a las plataformas exteriores donde se alimenta y revisa el estado de estos mamíferos marinos.
La actividad está dirigida la mayores de 7 años, que deberán acreditar su edad con DNI o fotografía del libro de familia donde figure el nombre y la fecha de nacimiento. Los niños y niñas deberán ir acompañados durante toda la actividad por una persona adulta que se hará cargo de un máximo de dos menores. Esta actividad, en la que también pueden inscribirse adultos, no tiene coste añadido al precio que cada visitante deba abonar para entrar en el recinto, pero requiere la reserva de entradas para todas las personas participantes.
El lunes 31 de enero se abrirá la reserva para las ocho sesiones del mes de febrero, que puede realizarse a través de la taquilla digital del Ayuntamiento. Por las características de la actividad, se ofertan solo doce plazas en cada sesión. Esta iniciativa consiguió un gran éxito de participantes y de satisfacción de los asistentes durante la anterior convocatoria, anunciada en el mes de diciembre.
Todas las sesiones estuvieron completas y hubo una gran demanda para que la actividad continuara, por lo que desde el Ayuntamiento se apuesta por su continuidad y por la salida a la venta de todas las localidades del mes de febrero, lo que facilitará que los interesados podan conseguir plaza en alguna de las ocho sesiones.
La actividad ‘Aventura con las focas’ comienza con una charla del personal técnico del Aquarium a las personas participantes en la que se les cuentan todos los detalles relacionados con la alimentación y los cuidados de estos mamíferos, así como otros aspectos específicos de su biología. El personal de mantenimiento biológico prepara para cada foca una ración equilibrada basada en arenques, caballas y capelanes. Los técnicos revisan a diario sus ojos, dientes, aletas y abdomen.
