La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a un hombre a 15 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual contra la hija de su pareja, una menor de 11 años en el momento que sucedieron los hechos. El tribunal considera probado que el acusado la violó en dos ocasiones, “aprovechando su condición de esposo de la madre”, y que utilizó “intimidación” y “violencia”.
Según la sentencia, las agresiones ocurrieron en la vivienda familiar, en la habitación del condenado, “siempre con la excusa de ver la televisión”. Tras el primer episodio, el hombre amenazó a la menor para que guardase silencio. “Le advirtió que no se lo contara a su madre porque no la iba a creer y que, en caso de que lo hiciera, ambas tendrían consecuencias”.
El tribunal impone, además de la pena de prisión, ocho años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima durante diez años. También lo inhabilita durante cinco años para ejercer la patria potestad o cualquier forma de tutela o acogimiento, y durante 19 años para trabajar en profesiones con contacto habitual con menores. Deberá indemnizar a la víctima con 18.000 euros por los daños morales causados.
La Sala sostiene que el testimonio de la menor es verosímil y está respaldado por el informe del equipo psicosocial del Imelga. “La dinámica comisiva es esencialmente la misma”, señalan los magistrados, que concluyen que “ha resultado desvirtuada la presunción de inocencia y, en consecuencia, acreditada la autoría del acusado”.
La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
