Más de mil dependientas de Inditex han recorrido este domingo las calles de A Coruña al grito de “trabajo en Inditex y no llego a fin de mes” para denunciar que están “hartas de unos salarios de miseria” que “llevan años congelados o que incluso fueron a menos por la reducción de las comisiones”. Así lo han expresado en una marcha que arrancó en la Plaza de Lugo y finalizó frente al domicilio del fundador de la multinacional textil, Amancio Ortega.
“Somos las caras visibles de Inditex, pero los beneficios se reparten con mucha más generosidad entre otras empresas”, han denunciado las trabajadores, que han incidido en que las dependientas son el colectivo que menos cobra de todo el grupo: en el caso de los almacenes logísticos, sus retribuciones pueden llegar a doblar las del personal de las tiendas.
Las trabajadoras han denunciado que en la provincia en la que está la sede de la mayor multinacional del textil “y donde reside su principal accionista, el hombre más rico del Estado española”, las trabajadoras de las tiendas “tienen serios problemas para llegar a final de mes”, una precariedad “que contrasta con los milmillonarios beneficios que se reparten los accionistas de Inditex y de los que Amancio Ortega recibirá 1.718 millones por dividendos en 2022″.
Salarios más bajos y sin mejoras sociales
Fuera del ámbito de “las estratosféricas retribuciones que cobran la alta dirección y el personal que trabaja en la sede de Inditex”, las empresas del grupo en las que se perciben los sueldos más elevados y en las que existen mejores condiciones “son aquellas que están más masculinizadas”. Para el colectivo de personal de las tiendas, altamente feminizado, hay en esta discriminación “un claro componente de género y una infravaloración del trabajo realizado por las mujeres que la empresa parece no estar dispuesta a corregir”.
“No exigimos más que tener un salario y unas condiciones dignas como ya hay en otras empresas del grupo”, aseveraron”, han demandado las delegadas de la CIG, quienes han explicado que, aunque Inditex se abrió a iniciar una negociación a nivel provincial en A Coruña, las ofertas económicas que puso sobre la mesa fueron “totalmente insuficientes”.
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Además tener los sueldos más bajos, las trabajadoras de las tiendas “también tienen peores jornadas y horarios”, lo que dificulta enormemente la conciliación familiar y laboral, llegando en muchos casos a tener que recurrir a la vía judicial para poder ejercer este derecho. De igual manera, tampoco disfrutan de mejoras sociales que sí tienen reconocidos compañeros del resto del grupo, tales como ayudas para cuidado de menores y familiares, ayudas para la adquisición de libros o el bono-comedor.
Pero Inditex se niega rotundamente a concederles ninguno de estos beneficios bajo “la peregrina excusa” de que tendría que aplicarle estas mejoras a todo el personal. “Para la multinacional, el beneficio está por encima de cualquiera derecho y las trabajadoras de las tiendas siempre somos las últimas”, sentencian.
A la marcha han acudido dependientas de negocios de la multinacional textil en toda la provincia de A Coruña, de tiendas como Oysho, Zara Home, Lefties, Bershka, Stradivarius, Pull and Bear o Tempe.