El Concello da Coruña ha finalizado los trabajos de restauración de las farolas de fundición situadas en el exterior del Teatro Rosalía de Castro, siguiendo con el objetivo del Gobierno local de recuperar, restaurar y conservar elementos del patrimonio histórico-artístico de la ciudad.
Las farolas que se restauraron son las localizados en las fachadas principal y laterales del Teatro. Presentaban algunos daños como capas de pintura en mal estado, oxidación superficial y delaminaciones, así como algunos engarces y acabados deteriorados. El Concello llevó a cabo el desmontaje y la retirada de los soportes, lámparas y aisladores de amarre situados en el exterior del edificio para su traslado y posterior restauración en el taller.
Después se realizaron los trabajos de restauración, retirando capas de pintura y óxido, reparando desperfectos puntuales y recuperando volúmenes perdidos en los soportes. Esta misma semana terminaron de colocarse y se realizó su instalación eléctrica, finalizando el conjunto de la actuación.
Los trabajos fueron ejecutados por Santiago Martínez Otero, maestro herrero compostelano de gran prestigio. Entre sus últimos trabajos figuran actuaciones en la restauración de la Catedral de Santiago, con intevenciones en el cimborrio, la Puerta Santa, la torre del Reloj o la cripta. Además de su reconocimiento como restaurador del patrimonio histórico, Santiago Martínez Otero recibió el pasado año 2021 el Premio Richard H. Driehaus de las Artes y de la Construcción, en la categoría de forja, verjas, cerrallaría, vidrieras con plomo y otros
trabajos del metal.
Santiago Martínez Otero, “Chago”, fue el maestro encargado de dirigir la restauración del “Breogán” de Escudero Carril, escultura localizada en la plaza de San Cristovo desde 1992. La actuación fue una de las 14 puestas en marcha por el Gobierno de Inés Rey el pasado año 2022 para la conservación y recuperación del patrimonio histórico de la ciudad. Entre ellas destacan la restauración del mural de cantera de Leopoldo Nóvoa, la recuperación de la obra de Xosé Castiñeiras y la restauración y rediseño de la Praza do Humor, culminando la reurbanización del entorno del Mercado de San Agustín.