En el juicio por la muerte de Samuel Luiz, un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) ha ratificado que el joven falleció debido a múltiples golpes que le provocaron “lesiones acumulativas”, compatibles con puñetazos y patadas. Según el especialista, Samuel sufrió paradas cardíacas en varias ocasiones tras la agresión en el paseo marítimo de A Coruña y falleció sin haber mostrado signos de defensa.
El forense detalló que Luiz entró en parada cardíaca repetidamente en el lugar de los hechos y, en otras “tres ocasiones se paró su corazón durante el traslado en ambulancia al hospital”. Al llegar al hospital, el personal médico intentó reanimarlo durante noventa minutos, pero, pese a sus esfuerzos, no lograron salvar su vida. “Lo pelearon mucho”, afirmó el especialista en su intervención.
El informe forense también confirmó que el cuerpo de Samuel Luiz presentaba erosiones por todo el cuerpo, señal de los múltiples golpes recibidos, pero no se observaron marcas en los nudillos que indicaran intento de defensa. “No sé si tuvo opción, pero no parece que se haya defendido”, afirmó el forense en respuesta a la fiscal. Su testimonio fue detallado y contundente, mientras las defensas apenas plantearon preguntas y las acusaciones particular y popular optaron por no intervenir en esta parte del interrogatorio.
Flujo de llamadas entre los acusados
En esta sesión también intervinieron con su testimonio dos agentes de policía que revelaron que, tras la agresión, se registraron “numerosas” llamadas entre los acusados. Un agente explicó que, en la madrugada del 3 de julio de 2021, fecha de la paliza mortal, Alejandro M.R., uno de los acusados, cambió de teléfono. Otro agente señaló que Catherine S.B., otra de las personas implicadas, no realizó llamadas, aunque sí recibió varias.
Además, en el análisis de los dispositivos se hallaron búsquedas de noticias sobre el caso en horarios poco habituales, en torno a las seis de la mañana del día de los hechos. Las autoridades también señalaron coincidencias en las ubicaciones de los móviles de los acusados durante esa noche, aunque la defensa de Alejandro M.R. cuestionó la precisión de estos datos, argumentando que no es posible determinar el radio exacto de acción de las antenas.
Las sesiones del juicio continuarán este martes, con pruebas periciales y la presentación de nuevos testimonios en la Audiencia Provincial de A Coruña ante el Tribunal del Jurado.