Durante el juicio por el asesinato de Samuel Luiz, el responsable de la investigación policial en A Coruña relató ante el jurado los detalles de lo que describió como una “actuación grupal, inhumana y atroz”. La madrugada del 3 de julio de 2021, Samuel fue brutalmente agredido en el paseo marítimo de A Coruña, un ataque que, según el investigador, fue el resultado de la acción coordinada de un grupo que actuó de manera implacable. “Es imposible evitar la consecuencia final”, expresó. La investigación, basada en 54 declaraciones de testigos, imágenes y análisis de llamadas y teléfonos, concluyó que los cinco procesados participaron de forma directa o indirecta en el “núcleo de la agresión”, aunque con diferentes niveles de implicación.
El oficial explicó que la violencia se inició cuando Samuel recibió “puñetazos y patadas” frente a un local de ocio, continuando en distintos puntos del paseo marítimo hasta que cayó desplomado. Según su testimonio, Catherine, una de las acusadas, habría apartado a una amiga de Samuel para impedir que le ayudase, mientras que Kaio y Alejandro Míguez acudieron a gran velocidad al lugar de la agresión, sumándose al ataque. Además, mencionó que Diego Montaña, uno de los acusados, habría sido quien inició la agresión, y Alejandro Freire sujetó a la víctima por el cuello utilizando una técnica conocida como “mataleón”. En cuanto al origen de la pelea, el investigador apuntó a los “comentarios despectivos” que recibió Samuel al contestar que no estaba grabando a los acusados, sino realizando una videollamada.
Kaio se presentó en la policía para intentar desvincularse
Durante el juicio, el investigador también explicó que Kaio Amaral se presentó en la policía tras el incidente para intentar desvincularse, afirmando que “solo iba a separar”, algo que la investigación desmintió tras analizar las imágenes. Asimismo, detalló que el móvil de la víctima fue presuntamente robado por Kaio, quien, según testigos, intentó venderlo después.
Sobre Alejandro Míguez, el último detenido, el oficial indicó que acudió por su cuenta a la policía cuando fue citado, aunque su actitud llamó la atención de los investigadores, ya que no compareció en un primer momento como otros implicados.
Finalmente, el agente señaló que, durante la agresión, solo dos ciudadanos senegaleses intentaron socorrer a Samuel, mientras que otros testigos presenciaron el ataque sin intervenir. Aunque algunos testigos mencionaron el uso de una botella o una navaja, el investigador aclaró que no observó armas en los vídeos revisados, aunque sí se recuperó una navaja en el domicilio de uno de los menores ya condenados. La investigación concluyó, además, que no hay pruebas de que otras personas participaran en la agresión, pues los acusados se habrían comunicado entre ellos antes y después del crimen, coordinando la agresión que culminó en la muerte de Samuel Luiz.
Testimonios de los agentes que llegaron al lugar
Posteriormente, también han prestado declaracion los dos agentes que llegaron al lugar de los hechos, tras ser avisados y uno de ellos pudo confirmar que la amiga de Samuel le dijo que la apartara una persona, “una chica”, para “impedir” que ayudase a la víctima.
Momentos antes de esta declaración, otra testigo, solicitada por el abogado de Catherine Silva y que conocía a esta desde los once años, afirmó que nunca percibió en ella una actitud despectiva hacia su persona por su orientación sexual, habiendo convivido juntas durante seis meses.
En respuesta a las preguntas de la defensa, la testigo explicó que, incluso en una ocasión en que fue insultada con el término “maricón”, Catherine intervino en su defensa, mostrando incomodidad ante descalificativos de este tipo, los mismos que, según las acusaciones, ella habría dirigido al fallecido. Por este motivo, se piden 25 años de prisión para Catherine, acusada de asesinato con agravante de discriminación por la orientación sexual de Samuel, una condena que también se solicita para su entonces pareja, Diego Montaña, señalado por las acusaciones como el iniciador de la agresión.
La testigo precisó que Catherine solo llevaba tres meses de relación con él. Cuando la fiscal le preguntó si la acusada le había contado algo sobre lo sucedido el día de la paliza mortal, la testigo respondió tajantemente que “nada”.