Con solo 16 años, la coruñesa Julia Benedetti acaba de conseguir el sueño de todo deportista: llegar a los Juegos Olímpicos. Además, lo hace de la mano del skate, un deporte que irrumpirá por primera vez en esta competición en Tokio. Lo que comenzó para ella hace solo cinco años como “un hobby más” la lleva en este 2021 a la cita deportiva más importante del año.
Hace poco más de una semana, esta skater se clasificó para los Juegos Olímpicos en el Dew Tour de Iowa, en Estados Unidos, aunque cuando llegó a esa prueba ya era consciente de que estaba a un paso de conseguirlo. “Iba recibiendo los puntos, entonces cuando llegué a la última prueba ya más o menos sabía que iba a ir por la clasificación”, cuenta Julia en una entrevista concedida a Enfoques.
🎥 Está foi a actuación de @BenedettiPodium na súa primeira quenda no @DewTour
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La prometedora deportista gallega, que cursa actualmente primero de Bachillerato, cruzó el charco conocedora de que “con que lo hiciese normal, ya estaba en los Juegos Olímpicos”. Antes de llegar a ese punto, participó en distintos campeonatos mundiales. Gracias a su dominio del skateboarding, aterrizó dos veces en Brasil —una en Río de Janeiro y otra en San Paulo—, una en California, en dos ocasiones en China y otras dos en Iowa.
“No me lo esperaba”
Así es como su esfuerzo y su perseverancia la llevaron a lo más alto del skate español y mundial. Ahora, afronta su próxima parada en Tokio sabiendo que es una oportunidad “muy importante”, pero con la predisposición que siempre muestra. “Con muchas ganas de pasármelo bien y de poder disfrutar de esta experiencia”, abunda.
Sin embargo, nunca fue su intención llegar a lo más alto. “Empecé a patinar por diversión, para pasármelo bien y ya está. De repente me llamaron para participar en los campeonatos del mundo y no me lo esperaba para nada la verdad”, rememora Benedetti.
De este modo, se ha convertido en la segunda deportista gallega más joven en competir en unos Juegos Olímpicos, tras la participación de la gimnasta viguesa Alba Caride en 1996 en Atlanta, también con 16 años. Julia habría superado su récord si la cita de Tokio no se hubiese retrasado un año por la pandemia del coronavirus.
La tabla, un gusto compartido en su familia
Sus inicios, hace tan solo “cinco o seis años”, fueron fortuitos, ya que se adentró en este universo gracias a un familiar. “Tengo un hermano mayor que hace surf y tenía una tabla de skate para cuando no había olas. De vez en cuando iba a patinar y yo empecé a patinar con él en casa porque me hizo gracia el skate”, relata.
La afición compartida fue calando en ella y un monopatín se hizo poco en casa. Ahí fue cuando la diversión se tornó en algo más serio y constante. “Me compraron a mí un skate y en la tienda había un folleto de una escuela que se llama Maroña y empecé yendo allí”, narra Julia.
En este centro de Nostián es en el que practica junto a su entrenador, Iván Maroña, quien tampoco se esperaba el destino de esta joven. “Lo de los campeonatos del mundo y esto nos pilló un poco por sorpresa a todos”, asegura.
A pesar del revuelo que está teniendo su nombre en los medios de comunicación, aún permanece incrédula. “Todavía no me hice mucho a la idea”, confiesa Julia, quien asegura que ni siquiera se preparó “mucho”. “Porque patinaba para pasármelo bien, como una extraescolar cualquiera”, indica Benedetti intentando quitarle mérito a su hazaña. No obstante, reconoce que el skateboarding es la actividad que más le gusta. Y por supuesto, no la dejará aquí.