El Gobierno gallego ha aprobado este jueves el decreto de declaración como bien de interés cultural (BIC) de la Casa Cornide, en A Coruña, en manos de los herederos del dictador Francisco Franco y de su esposa, quienes ahora deberán abrirla al público al menos cuatro días al mes definidos con antelación y, al menos, durante cuatro horas al día.
Este paso supone el reconocimiento del valor cultural y la protección y salvaguarda de este edificio que, como se extrae de los informes, reúne valores históricos y arquitectónicos. Además, se tiene en cuenta el carácter residencial de una de las más destacadas personalidades del Siglo de las Luces en Galicia, el polígrafo coruñés José Andrés Cornide Folgueira y Saavedra.
Con la aprobación del decreto, del que ha informado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la reunión semanal de su Ejecutivo, se culmina el proceso iniciado en mayo de 2021, tras la solicitud del Concello da Coruña.
Entonces se incoó este procedimiento tras solicitar la opinión de diversos órganos asesores y consultivos: el Consello da Cultura Gallega, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade de A Coruña y la Real Academia Galega de Belas Artes. Todos ellos se mostraron favorables al reconocimiento del valor cultural singular de la Casa Cornide.
La declaración BIC aprobada supone la protección integral de todo el edificio. El decreto considera este inmueble como un monumento que sobresale arquitectónicamente por su singularidad al fusionar cierto carácter militar definido por la robustez de su aspecto pétreo, sus elementos barrocos propios y su carácter cosmopolita de la arquitectura de la primera Ilustración.
También se valora que se sitúe en un lugar privilegiado en la ciudad y se tiene en cuenta esta posición predominante que se acentúa por su cercanía a otros edificios de carácter representativo: el viejo edificio de las Casas Consistoriales, el Palacio de la Audiencia, la plaza del Convento das Bárbaras, la iglesia conventual de Santo Domingo y el antiguo palacio de los marqueses de Montaos.
Se considera, además, un ejemplo muy escaso de la arquitectura residencial diseñada y construida en la época de la Ilustración en Galicia, con una gran calidad constructiva y de diseño y un grado muy alto de integridad en sus estructuras y formalización.
La Casa Cornide es un edificio noble de estilo tardobarroco, cosmopolita y francés, sin apenas precedentes en Galicia en el que vivió José Cornide en varios periodos, como heredero de la propiedad, hasta su marcha a Madrid en 1789 para dedicarse de pleno a la Real Academia de la Historia.
Desde entonces, a lo largo de 250 años de historia pasó por sucesivos propietarios hasta Pedro Barrié de la Maza y Carmen Polo, esposa de Franco.
En el origen, la casa fue concebida como mansión señorial y representativa. A lo largo de sus más de dos siglos y medio de historia, la edificación fue objeto de diferentes usos, entre los que destacan usos públicos y culturales, si bien en el último medio siglo, la casa retomó la función residencial.
La Xunta velará porque no se cumpla la ley
Esta declaración permite reconocer el valor cultural, proteger un patrimonio especial y garantizar su legado a los gallegos del futuro, según destaca la Xunta. También supone la aplicación del régimen de protección previsto en la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia que implica su protección y tutela con la intención de garantizar los valores que aconsejan su conservación.
Como fija la ley, esta declaración también implica que los propietarios permitan su visita pública gratuita un número mínimo de cuatro días al mes durante, por lo menos, cuatro horas al día. Preguntado al respecto de si se tomarán medidas si los propietarios ponen trabas, Rueda ha respondido que la “obligación” de la Xunta es “velar porque se cumpla la ley”.