El Concello de A Coruña ha aprobado este miércoles en Xunta de Goberno la ordenanza fiscal que regulará la aplicación de la tasa turística en la ciudad. La medida, que será sometida a aprobación provisional en el Pleno de junio, busca responder al incremento de visitantes y al consiguiente aumento de los costes en servicios municipales como la limpieza viaria, la recogida de residuos o el mantenimiento del mobiliario urbano.
La alcaldesa, Inés Rey, defendió la implantación de esta tasa como «unha cuestión de equilibrio», recordando que el turismo, aunque supone una fuente de ingresos, también tiene un impacto ambiental y económico directo sobre los recursos municipales. «Non se trata de gravar o turismo, senón de ser responsables», explicó, aludiendo a que el objetivo es garantizar unos servicios adecuados sin trasladar esos costes a la población local.
Tasas que se aplicarán
La ordenanza establece una horquilla de entre 1 y 2,5 euros por noche, en función del tipo de alojamiento. Los hoteles de cinco estrellas o cuatro superior abonarán 2,5 euros; los de cuatro estrellas, tres superior, tres y dos superior, 2 euros; los de dos estrellas, una superior o una estrella, así como las embarcaciones de crucero, 1,5 euros. En el caso de las viviendas turísticas, la tarifa será de 1 euro. La recarga a los cruceros que hagan escala en A Coruña se aplicará a partir de 2026, aunque se valoraría su retirada si cambia la normativa autonómica. Este año, en todo caso, no se cobrará.
También se contemplan varias exenciones: las estancias por motivos de salud, los deportistas federados en competición oficial, los menores de edad, las personas con discapacidad superior al 65 %, quienes participen en programas sociales públicos de la Unión Europea, las estancias en albergues del Plan Xacobeo y quienes se alojen en hoteles por reformas en su vivienda habitual dentro del municipio.
Según Inés Rey, la propuesta cuenta con respaldo legal a través de la Lei de Acompañamento dos Orzamentos de la Xunta de Galicia, y el texto se ha adaptado al marco normativo autonómico. Además, recordó que durante la consulta pública realizada a comienzos de año se evidenció el impacto del turismo en los barrios y servicios urbanos, una presión que esta tasa busca mitigar con nuevas vías de financiación.
Tras la aprobación inicial en el Pleno, la ordenanza se someterá a exposición pública durante 30 días para la presentación de alegaciones. Una vez resueltas, se procederá a la redacción definitiva, su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia y posterior entrada en vigor.
La Xunta da luz verde pero mantiene su reservas
La aprobación de la ordenanza fiscal ha coincidido con otro hito relevante para la ciudad: la Xunta ha aceptado declarar A Coruña como zona de mercado residencial tensionado, un reconocimiento que permitirá al Concello aplicar límites a los precios del alquiler. Se trata de la primera vez que se habilita esta medida en una comunidad autónoma gobernada por el PP.
Pese a dar el visto bueno, el Gobierno gallego ha recalcado su oposición a este tipo de intervenciones. En un comunicado, la Consellería de Vivenda advierte que «los datos demuestran que el intervencionismo en el mercado no funciona» y sostiene que la declaración «no va a solucionar el problema de acceso a la vivienda» en la ciudad. La Xunta recuerda que su objetivo es duplicar el parque público hasta alcanzar las 8.000 viviendas, como alternativa estructural al control de precios.
La decisión se justifica en el cumplimiento estricto de la Ley estatal de Vivienda, pese a que la norma ha sido recurrida por el Ejecutivo gallego ante el Tribunal Constitucional. «Proporcionar seguridad xurídica a quen ten vivendas para alugar é máis eficaz que impoñer topes que desincentivan a oferta», insisten desde la Consellería.
Con la declaración ya autorizada, el Concello de A Coruña deberá ahora presentar un plan de medidas concretas y un calendario de aplicación. El Ministerio de Vivienda publicará en el BOE la oficialización de la zona tensionada tras revisar la documentación remitida.
