El crucero de lujo Spirit of Discovery, operado por Saga Cruises, vivió momentos de angustia el pasado 6 de noviembre al ser sorprendido por una violenta tormenta con olas de diez metros en pleno Golfo de Vizcaya cuando viajaba hacia A Coruña. La embarcación, que transportaba a unos mil turistas de más de 50 años, sufrió daños significativos y más de cien pasajeros resultaron heridos, cinco de ellos graves, como consecuencia de una brusca maniobra de seguridad realizada por el capitán para enfrentar la tormenta.
El viaje original, una travesía de 14 noches que comenzó el 24 de octubre, se vio afectado por el deterioro de las condiciones meteorológicas, llevando a la cancelación de la parada en Las Palmas. Ante la amenaza de una tormenta inminente, el barco se dirigió a A Coruña, pero al recibir información de que el puerto estaría cerrado debido a condiciones climáticas adversas, se tomó la decisión de regresar al Reino Unido antes de lo planificado originalmente.
A pesar de los aterradores relatos de algunos pasajeros sobre la experiencia traumática, el director ejecutivo de Saga Cruises, Nigel Blanks, aseguró que el barco «permaneció seguro en todo momento». Los heridos fueron atendidos de inmediato por el personal médico a bordo. Después de la tormenta, el Spirit of Discovery buscó refugio en el puerto de Portsmouth, Gran Bretaña, donde los pasajeros fueron trasladados a un hospital.
Aunque el incidente dejó un saldo de heridos y daños materiales, la compañía subrayó «la preparación de la embarcación para enfrentar tormentas» y expresó su «alivio» de que los pasajeros hayan llegado a destino en condiciones de seguridad.