“Queda mucho por aprender sobre cómo nos perciben los perros y cuáles son sus motivaciones: resolver esas dudas puede transformar la convivencia con ellos”, afirma Noemí Graña, veterinaria especialista en comportamiento animal y una de las ponentes de ‘¿Por qué mi perro…?’. Este evento, organizado por CanCoruña, tendrá lugar el sábado 21 de diciembre en el Foro Metropolitano de A Coruña y ofrecerá herramientas prácticas para “desmitificar conceptos erróneos sobre el comportamiento canino”.
Ángela González abrirá con la charla ‘¿Qué es eso del apego y dominancia?’, desmontando creencias equivocadas sobre cómo los perros perciben a sus tutores. A continuación, Susana Muñiz profundizará en los problemas de ansiedad por separación con ‘¿Por qué mi perro la lía al quedarse solo?’. La tercera ponencia, a cargo de Noemí Graña, abordará el tema de la agresividad, centrándose en por qué un perro puede gruñir o morder en diferentes contextos.
“La agresividad no es un rasgo de carácter”
“La agresividad no es un rasgo de carácter, es un signo clínico que puede deberse al miedo, al dolor o a otros factores”, señala. La experta incide en que se debe entender el contexto antes de emitir juicios o tomar decisiones incorrectas. “Todo lo que explicamos tiene evidencia científica, no son creencias, sino de datos”, explica Graña.
Durante la jornada, también se hablará de los falsos mitos que han influido en cómo las personas interpretan el comportamiento de los perros. “Durante años, hemos estado expuestos a programas de televisión que promovían ideas equivocadas, como la necesidad de dominarlos o la culpa de los tutores por cualquier problema de comportamiento”. Aunque explica que no siempre los humanos son culpables de todo: “Muchos de los problemas tienen que ver con cuestiones genéticas o experiencias vividas”. Y aclara: “mimar a un perro no es algo negativo”.
Las entradas para ‘¿Por qué mi perro…?’ están disponibles en la página web de CanCoruña. Una oportunidad única para comprender mejor a los perros y fortalecer la relación con ellos, desde un enfoque científico y respetuoso. Como destaca la etóloga Noemí Graña: “No son mascotas, son compañeros de vida”.