Un grupo de jóvenes que practicaban grafitis en un edificio abandonado de la avenida de Finisterre, en A Coruña, descubrió en la tarde de este lunes un cadáver en avanzado estado de descomposición. El hallazgo tuvo lugar en la última planta de la estructura de hormigón de Fontenova, un inmueble inacabado que lleva años en estado de abandono.
Tras el aviso a los servicios de emergencia, la Policía Nacional y el 061 acudieron al lugar y solicitaron la colaboración de los Bomberos para acceder al edificio, ya que el acceso estaba bloqueado con estructuras de hormigón. Los efectivos utilizaron una escalera para alcanzar la cuarta planta y proceder a la retirada del cuerpo. En el operativo también participaron la Policía Judicial, el forense y los servicios funerarios, que se encargarán de la investigación.
Las primeras hipótesis apuntan a que el fallecido podría ser una persona sin hogar que utilizaba el edificio como refugio. Sin embargo, será la autopsia la que determine la causa del fallecimiento, un proceso que podría verse dificultado debido al avanzado estado de descomposición de los restos.
El edificio donde se produjo el hallazgo forma parte de un complejo residencial propiedad de la Sareb. Mientras uno de los bloques de viviendas está prácticamente finalizado y cuenta con vigilancia, el otro quedó sin terminar, convirtiéndose en refugio ocasional para personas en situación de exclusión social, así como en un espacio frecuentado por grafiteros.
Vecinos y comerciantes de la zona han reclamado en reiteradas ocasiones medidas para mejorar la seguridad y salubridad del entorno. Por su parte, la Sareb ha manifestado su intención de vender los inmuebles y reforzar los controles, aunque la situación del edificio abandonado no ha experimentado cambios significativos en los últimos años.
