Un nuevo episodio en el Complexo Hospitalario Universitario da Coruña (Chuac) ha generado preocupación sobre la seguridad en los hospitales, apenas un día después de que la Xunta anunciase una reforma de la ‘Lei de Saúde’ para reforzar la protección del personal sanitario frente a agresiones.
El incidente ocurrió en la mañana del martes en la octava planta del hospital, en la unidad de Neurología, cuando un paciente sufrió un «episodio de desorientación y reaccionó con resistencia mientras intentaban reconducirlo», según trabajadores del hospital. Durante la intervención, se solicitó la presencia de seguridad, pero solo un vigilante acudió, lo que generó críticas sobre la falta de personal en festivos. En medio de la situación, se produjeron forcejeos y empujones, aunque no consta que el desenlace dejara a trabajadoras heridas de consideración.
Desde la Xerencia del área sanitaria de A Coruña-Cee aseguran que se aplicaron los protocolos establecidos y que el caso será trasladado a la Fiscalía «de oficio». Sin embargo, la presidenta de la Comisión de Centro, María Formoso, sostiene que no existen protocolos específicos para este tipo de situaciones. Además, denuncia que la escasez de personal de seguridad sigue siendo un problema que deja expuestos a los trabajadores.
El hospital ha querido desligar este suceso del ocurrido hace un mes en el área de Urgencias, cuando un paciente apuñaló a un enfermero e hirió a un guardia de seguridad, un episodio que desató protestas para exigir medidas de seguridad.
Sanciones administrativas a los agresores
Esta nueva situación se produce después de que la Xunta anunciara el pasado lunes una reforma de la ‘Lei de Saúde de Galicia’, con el objetivo de endurecer las medidas contra las agresiones al personal sanitario. Entre los cambios previstos, la normativa permitirá imponer sanciones administrativas a los agresores, incluso en los casos en los que la justicia no determine una infracción penal. Además, se ampliará el sistema de botones de alerta, que actualmente funciona en 15.700 ordenadores, a la totalidad de los centros sanitarios y también a los dispositivos móviles del personal de urgencias.
La reforma también recoge la obligatoriedad de que las gerencias de las áreas sanitarias comuniquen a la Fiscalía Superior de Galicia cualquier caso de agresión al personal, sin necesidad de que el trabajador presente denuncia. Asimismo, se creará un ‘Rexistro Galego de Actos de Violencia Externa’ en el ámbito sanitario, se desarrollará un plan de prevención con evaluaciones de riesgo en cada centro y se adelantará la formación en materia de agresiones.
A pesar de estos anuncios, los sindicatos han expresado sus dudas sobre la efectividad de estas medidas si no van acompañadas de un refuerzo real de la seguridad en los hospitales. La falta de personal de vigilancia y la ausencia de protocolos claros siguen siendo, según denuncian, problemas que ponen en riesgo al personal sanitario gallego.