La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, ha admitido este miércoles estar preocupada por los puestos de trabajo que se puedan perder en el municipio por el veto impuesto por la Unión Europea a la pesca de fondo y que se pondrá en marcha a partir del próximo nueve de octubre si finalmente no se da marcha atrás.
Loureiro ha admitido que corren riesgo «muchísimos puestos de trabajo», haciendo hincapié en que «el sector pesquero es un sector muy importante en Viveiro, junto con el sector servicios». «La pesca es un sector fundamental y mueve muchos puestos de trabajo», ha incidido.
La regidora ha admitido que está «preocupada» por esta situación, que se añade a las dificultades económicas generadas por la pandemia, que «este veto complica aún más».
No obstante, María Loureiro ha expresado su confianza «en las administraciones, en el gobierno de España y en la Xunta de Galicia» para, con presión, revertir la prohibición impuesta por Bruselas. «Las administraciones locales, la autonómica y la estatal tenemos que estar unidas para que esto, finalmente, no salga adelante», ha esgrimido la alcaldesa de Viveiro.
En el pleno celebrado este martes, toda la corporación, por unanimidad, sacaba adelante una moción de emergencia que propuso la Cofradía de Pescadores de apoyo al sector pesquero. Los puertos de Celeiro, en Viveiro, junto con el de Burela, son de las dársenas más perjudicadas por este veto.
