Javier Villaverde Penide, nacido en Santiago de Compostela, sigue sumando éxitos a su carrera literaria tras publicar su primera novela, ‘El asesino de la rectoral’, a los 78 años. Este thriller, ambientado en un pueblo ficticio de Galicia durante los años 80, ha sido finalista en la gala de los Premios Círculo Rojo celebrada el pasado 11 de octubre en Roquetas de Mar.
“Fue para mí una emotiva satisfacción cuando me informaron de que la obra iba a ser finalista en la gala de los premios de la editorial Círculo Rojo”, confiesa Villaverde. “He tenido la suerte de conocer a personas que, como un servidor, aterrizaron en este mundo fantástico como es el de la literatura y el de las letras”.
La nominación de su novela en la categoría de thriller e intriga es un logro importante, considerando que, según explica el autor, la editorial ha editado más de 3.000 libros en un año, de los cuales solo 27 fueron finalistas entre nueve géneros. Villaverde reflexiona sobre el impacto de esta distinción: “Esta nominación reconocida por expertos, propició una significativa repercusión en la adquisición del libro por las librerías y, consecuentemente, que sea leído por muchos lectores”.
Un debut que cautiva
Desde que salió a la venta en enero de 2024, ‘El asesino de la rectoral’ ha recibido elogios tanto por parte del público como de los críticos. “Hay lectores que, después de leerlo, me han llamado comentándome que les ha gustado mucho, que quedan atrapados hasta el final y que tanto las descripciones de los lugares como de los personajes tienen mucho realismo”, comenta el escritor.
La novela narra la historia de un médico que, en un pequeño pueblo gallego, se ve envuelto en un misterioso asesinato. A lo largo de la trama, los personajes están cargados de conflictos internos y externos que alimentan el suspense hasta la última página.
Villaverde comenzó a escribir ‘El asesino de la rectoral’ en los años de su jubilación, cumpliendo un sueño que había albergado desde su infancia. Criado en el casco antiguo de Santiago y en un entorno marcado por las dificultades de la posguerra, el autor desarrolló una sensibilidad especial para captar los detalles de la naturaleza humana, algo que se refleja en la profundidad de sus personajes.