Los mariscadores de la ría de Noia están viviendo uno de sus años más duros: tras haber sufrido pérdidas de hasta 14 millones en la pasada campaña por la muerte de berberechos y almejas por los desembalses de la presa de Naturgy en el Tambre, en esta ocasión se han visto obligados a cerrarla tras tan solo diez días y ahora la sucesión de borrascas y desembalses pone en peligro a las crías, con un importante porcentaje de ellas muertas.
“En enero y febrero hubo un 80% de mortalidad y ahora más de lo mismo, sólo les pedimos que se pongan en nuestro sitio: tenemos familia, facturas de mes a mes y daños económicos y psicológicos”, denuncia el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, quien tiene pendiente una reunión con representantes de Naturgy “para intentar frenar la apertura de las compuertas del embalse en bajamar”.
@totakeki Que triste que tengamos que estar viviendo esta situación #galicia #viral #parati ♬ Storytelling – Adriel
En este contexto, los mariscadores también están esperando una actuación por parte de la Xunta: hace dos semanas se reunieron con el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, pero todavía siguen esperando una respuesta concreta, más allá de mostrar su disposición a financiar un paro temporal. “Está bien que haya ayudas si hay una catástrofe, pero es mejor evitar que llegue esa catástrofe”, apuntó.
También ha alzado la voz contra esta situación la popular tiktoker Mercedes Silva, más conocida como Totakeki, quien también es mariscadora en la ría de Noia y compartió la situación con sus 285.000 seguidores en esta red social. “La salinidad bajó no sólo por las lluvias torrenciales, que también afectan, sino que los verdaderos responsables son los que gestionan cuándo y cómo se abren las compuertas del embalse, que son Naturgy”, denunció.
La tiktoker también compartió con sus seguidores el proceso posterior: cómo los mariscadores acudieron voluntariamente a las playas con rastrillos, palas y capachos para devolver el marisco al mar “aunque sólo sea para salvar un 1 o un 2% de todo el marisco que llegó a la orilla”.