Brión concede el III Premio Laudamuco de teatro a Francisco Antonio Vidal Blanco

"A vinganza de Fortimbrás", inspirado en Hamlet, se impuso por unanimidad entre las 47 obras presentadas

Vidal Blanco tras recoger el premio junto a la estatua de Roberto Vidal Bolaño. | CONCELLO DE BRIÓN

El coruñés Francisco Antonio Vidal Blanco (Ribeira, 1957) ha recogido en Brión el III Premio Laudamuco para textos teatrales por su obra “A vinganza de Fortimbrás”. El galardón fue entregado por la concejala de Cultura del Concello de Brión, Sandy Cebral Gómez. Este premio está convocado por el Ayuntamiento de Brión en colaboración con la Academia Galega de Teatro y Ediciones Positivas. Además, el certamen está dotado de un premio de 7.000 euros, la edición de la obra por parte de Ediciones Positivas y una figura conmemorativa elaborada por el prestigioso artesano Xosé Vizoso.

El ganador agradeció “el celo puesto en la edición por parte de Ediciones Positivas y la mayúscula sensibilidad con la cultura del Ayuntamiento de Brión, teniendo en cuenta además la fecha de entrega. No solo por la conmemoración de la puesta en escena del Laudamuco, sino también por preceder a la celebración de 17 de mayo, Día das Letras Galegas, y el 18 de mayo, el Día das Irmandades da Fala. Porque letras y habla son los pilares del teatro y del idioma”.

 

Vidal Blanco con la concejala de cultura, Sandy Cebral Gómez | CONCELLO DE BRIÓN

Vidal Blanco también tuvo palabras para “recordar a todos los profesionales de las artes escénicas, que no están pasando por su mejor momento, y aprovecho para aplaudir tantas iniciativas de apoyo y solidaridad que vivimos a lo largo de todo este tiempo de pandemia”.

Sobre “A vinganza de Fortimbrás”, Vidal Blanco explicó que “escribí este libro inspirado en las tramas casi invisibles del Hamlet de Shakespeare. La obra me obligó a tomar partido y envolverme en pequeños detalles que en otras lecturas pudieron quedar desapercibidos. Me gustaría, pues, que entendierais que esta obra es una relectura de la famosa tragedia”, puntualizando que en la obra “no hay personajes principales y secundarios”. De hecho, actores del Teatro de Cámara Ditea, acompañados por el presentador del acto y técnico de Cultura de Brión, Alberto Álvarez, pusieron en escena algunas partes del libro delante de las personas presentes en la sala de exposiciones de Brión.

Más de 150 textos en gallego han nacido del concurso

Por su parte, la concejala de Cultura, Sandy Cebral Gómez, puso en valor que el Laudamuco sea el premio de mayor dotación económica del teatro gallego actual.

“Os aseguro que para un pequeño Ayuntamiento como Brión es un desembolso importante. Pero, el propio Roberto Vidal Bolaño, persona a la que está dedicado este galardón, reconoció que a la mayoría de los premios a los que se presentó fue por razones económicas. Sin embargo, Roberto sí reconocía tenerle un especial cariño a uno de esos premios: o Abrentes de Ribadavia. Y sabéis por que obra lo llevó? Precisamente por Laudamuco, señor de ningures. Incluso llegó a decir que ‘si no hubiese ganado aquel premio, probablemente no escribiría más’. De ahí la importancia de este tipo de certámenes”.

 

Acto de entrega del premio | CONCELLO DE BRIÓN

Así, Sandy Cebral destacó que “esta tercera edición del Premio Laudamuco sacó a la luz 47 obras teatrales en gallego. En estos tres años, y a pesar de esta pandemia, fuimos capaces de fomentar la redacción de casi 150 piezas teatrales originales en gallego. Como dice el jurado en su acta final: es de suponer que Roberto Vidal Bolaño estaría complacido”.

Finalmente, la concejala de Cultura le deseó a Francisco Antonio Vidal Blanco que “A vinganza de Fortimbrás” siga el camino de éxitos de sus predecesores. En este sentido explicó que la obra ganadora del II Premio Laudamuco, “Só un home bo”, de Raúl Dans, fue distinguida con el Premio Hojas Nuevas en la categoría de teatro. Asimismo, “Na miña alma ouvea un lobo”, de Xavier Lama, ganadora del I Premio Laudamuco, se hacía con el Premio Cascadas Literarias al mejor libro de teatro de 2019.

Importancia de la obra

Francisco Macías, director de Ediciones Positivas, no pudo asistir al acto, por lo que envió un mensaje grabado en la que felicitaba a Francisco Antonio Vidal y reivindicaba “la literatura dramática como uno de los géneros más importantes de Galicia. Ayer, Raúl Dans llevaba el Follas Novas. El año pasado, Xavier Lama hacía lo propio con el Fervenzas Literarias. Estamos viendo que el Laudamuco es ya un referente en la literatura gallega”.

Un punto en el que incidió Manuel Guede Oliva, que habló en representación del jurado y de la Academia Galega de Teatro, destacando que el Laudamuco “es una especie de percutor para el reconocimiento de los textos teatrales. Algo debemos estar haciendo bien”.

Asimismo, tuvo un reconocimiento especial para una generación que lleva más de 43 años haciendo teatro “en unos tiempos en los que dar un paso adelante era animado. Pero de esa generación surgió el Centro Dramático Galego, después el IGAEM, la Escuela Superior de Arte Dramático, la Academia Gallega de Teatro… Esa generación que también puso en marcha el premio Laudamuco. Algo estaremos haciendo bien”.

El jurado, formado por Pilar López Pérez, Xoana Balado Fernández, Gonzalo Rodríguez Calvo, Xulio Lago Alonso y Manuel Guede Oliva, escogió por unanimidad el texto titulado “A vinganza de Fortimbrás” entre los 47 presentados este año al certamen.

El jurado destacó que este libro es “una precuela que viene a dialogar con el mito hamletiano y en el que el autor rearma la historia shakesperiana, como antes había hecho Álvaro Cunqueiro, proponiendo una relectura en la que los personajes secundarios del drama original pasan aquí a convertirse en protagónicos, en un giro de guión sorprendente y enriquecedor y en el que es fácil percibir el amplio conocimiento por parte del autor o autora de la estructura interna de la obra de Shakespeare y en el que Elsinor comparece como un espacio para abrigar nuevas hipótesis y traerlas, de nuevo, a nosotros”.

El jurado destacó “el uso de la lengua, eficaz y diáfana, la agilidad de los diálogos, siempre en progresión, y una sabia construcción del andamio teatral en la que se adivina el pulso de alguien que conoce los interiores de la escritura dramática. Venganza, sexo y poder son tres de las fuerzas principales que están presentes en la acción y que movilizan una inquietante galería de personajes, presentes unos, ausentes muchos otros, mas poseedores todos ellos de un alto interés dramático; definitivamente, interesantes modelos en los que habitan las luces y las sombras de los comportamientos humanos”.

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