Las lluvias anunciadas para este miércoles en Brión, Día de Santa Minia, quedaron en nada: no cayó ni una gota de agua en una mañana que alternó momentos de sol y sombra, lo que hizo que las temperaturas fueran más que agradables para disfrutar de la romería. Miles de personas no sólo de Brión, sino también de comarcas cercanas como Santiago, Barbanza, Xallas y Ordes, abarrotaron los alrededores de la capilla de Santa Minia desde primeras horas de la mañana.
De hecho, ya durante la noche del martes, Día de Vísperas, la carballeira estuvo totalmente llena durante la tirada de fuegos artificiales y el espectáculo de luz y sonido en la capilla de Santa Minia, así como durante el concierto de la orquesta París de Noia. Las visitas al santuario comenzaron a las nueve de la mañana y se desarrollaron con colas, pero sin esperas más allá de los diez minutos en los momentos bajos y de 20 minutos coincidiendo con la celebración de la misa solemne. De esta manera, miles de devotos cumplieron con la tradición de besar el sepulcro donde descansa la santa y pasar sobre las típicas estampillas de Santa Minia para que les den suerte durante todo el año.
Como en años anteriores y por razones de seguridad, las velas de ofrenda que traían los romeros no fueron depositadas en la capilla sino en la casa rectoral, donde tienen lugar las misas. Unas figuritas de cera con formas de manos, brazos, cabezas, piernas… según la parte del cuerpo en la que pidan la intervención de Santa Minia y que los devotos presentaron minutos antes delante de la Santa, tras comprarlas en los puestos que rodean la capilla.
Romaría con novedades
Para evitar sobrecargar la carballeira con actividades, el Concello de Brión mantuvo los cambios de emplazamiento que tan buen resultado dieron en ediciones anteriores. Así, las atracciones infantiles se trasladaron a la finca frente al centro social polivalente, desde donde partían más de cien puestos de venta de rosquillas, ropa, chorizos, quesos, jamón ibérico, dulces, licores, filloas, herramientas, pulseras, velas, imágenes religiosas, música, zapatos o helados, así como varios food-trucks. Además, las orquestas se trasladaron a una parcela próxima a las pulpeiras, para facilitar la instalación de los escenarios y evitar daños en la carballeira.
Cinco pulpeiras que estuvieron llenas desde su instalación, en la noche del viernes al sábado. No dejaron de vender raciones de pulpo y churrasco, a unos precios medios de 13 euros por ración. En este Día de Santa Minia la espera media para entrar en ellas rondó entre los diez y los veinte minutos.
El alcalde de Brión, Pablo Lago, agradeció el “extraordinario trabajo que están realizando los trabajadores municipales, así como los miembros de Protección Civil, Policía Local, Guardia Civil, tanto de Brión como llegados de otras localidades, así como el personal médico para que las fiestas se desarrollen con normalidad y sin ninguna incidencia”.
Lago Sanmartín guió por la Romería a la comitiva oficial compuesta por Pedro Blanco Lobeiras, delegado del Gobierno en Galicia; Gonzalo Trenor López, delegado territorial de la Xunta de Galicia en A Coruña; Valentín González Formoso, presidente de la Deputación da Coruña; Blas García, alcalde de Ames; José Antonio Pereira Gil, alcalde de A Baña; Francisco Xabier Castro Tourís, alcalde de Dodro; Manuel Ángel Leis Míguez, alcalde de Negreira; Bernardo Fernández, alcalde de Pontedeume, y Diego Luis Díaz Méndez, alcalde de Val do Dubra. También asistieron los concelleiros socialistas de Brión Carlos Noya Pereira, José Antonio Vidal González y Rosa Romero Fariña, así como la concelleira popular María Fariña Bellón.
Por la tarde actuó la agrupación musical tradicional Tíralle do Aire y ya por la noche las orquestas Finisterre y Olympus pusieron el broche de oro a las fiestas de Santa Minia 2023.