La Audiencia Provincial ha ordenado reabrir la causa penal contra el exdirector xeral de Enerxía e Minas de la Xunta, Ángel Bernardo Tahoces, y otros funcionarios de su departamento por su gestión de la mina de San Finx, en Lousame. Lo ha hecho tras estimar el recurso de apelación de la Cofradía de Noia contra la decisión de un Juzgado de Santiago de archivar esta causa.
El procedimiento judicial se centra en varios presuntos delitos de falsedad en documento público en los que los imputados habrían mentido sobre la naturaleza y antecedentes de las presas de residuos mineros de San Finx, así como de la existencia de vertidos contaminantes.
Los imputados «llegaron a afirmar en el año 2019 que los depósitos de residuos eran parte de una central hidroeléctrica inexistente», según ha detallado la Cofradía de Noia. Un año después «informaron de que la mayor de las presas, que cierra un valle fluvial con un muro de hormigón de 50 metros de longitud y 14 metros de alto, era para un molino de maíz».
Los mismos funcionarios y altos cargos también habrían emitido informes negando que fuera necesario someter la explotación minera a una evaluación de impacto ambiental, lo que finalmente contradijo otra ingeniera de minas de la propia Xunta.
La Cofradía de Noia alerta de que estos hechos son «de extrema gravedad», pues «pusieron en riesgo la integridad de los bancos de marisqueo de la ría al dar continuidad a una situación temeraria».
Riesgo de colapso de las presas
La propia Augas de Galicia alertó que el colapso de la mayor de las presas mineras provocaría un gran impacto ambiental, que según la Cofradía «ya estaría eliminado de no ser por las continuas mentiras de funcionarios y altos cargos de la Xunta que intentaban eximir a la empresa minera de sus responsabilidades».
Eso a pesar de que las presas de residuos constaban en los Planes de Labores de la mina, hasta que en el año 2000 se dejaron de presentar, y en el propio Inventario de Balsas de Residuos Mineros elaborado por la Xunta en 1999.
El reciente colapso de las balsas de lodos que la mina de cuarzo metalúrgico de Erimsa tiene en el Concello de Frades «es un claro aviso». «Esta falta de una pequeña balsa obligó la que el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias alertara a los ayuntamientos que utilizan aguas del río Tambre, incluyendo los de Noia y Outes, a más de 80 kilómetros del punto de vertido, por los riesgos sobre su potabilidad. “Se imaginen el desastre ambiental que provocaría el colapso de la presa de San Finx, que está a tan solo seis kilómetros de la ría de Noia”, remarca el Patrón Mayor de la Cofradía de Noia, Santiago Cruz.