La ría de Muros y Noia volverá a movilizarse contra el vertido de la mina de San Finx que amenaza a todo el sector marino por su impacto potencialmente catastrófico.
La nueva jornada de movilización, este sábado en la propia mina, fue presentada este lunes en una rueda de prensa en Noia en la que intervinieron Joám Evans, portavoz de la Plataforma de afectados por la mina de San Finx; Santiago Cruz, patrón mayor de la Cofradía de Noia, e Isaac Gaciño, patrón mayor de la Cofradía de Portosín.
La Plataforma comarcal contra los vertidos, encabezada por las cofradías de pescadores, demanda que «la Xunta revoque la autorización de vertidos concedida a la minera australiana a principios de año, luego de que se incumpliera el condicionante de tener finalizadas las obras en cuatro meses», afirmó Joám Evans.
La Plataforma alerta que la propia empresa «reconoció que no dispone de financiación para acometer las obras y, de hecho, su cotización está en mínimos históricos, con un valor de apenas un céntimo por acción».
En estas circunstancias, consideran temerario que la Xunta mantenga la vigencia de la autorización, siendo evidente que la empresa «no dispone de medios ni solvencia para asumir las responsabilidades multimillonarias que implicaría la contaminación con metales pesados de los bancos de marisqueo».
Por eso, anuncian una multitudinaria movilización de protesta para el sábado 8 de julio, escogiendo esta vez como escenario las propias Minas de San Finx, en Lousame, donde se concentrarán a las 11:00 horas y hacia donde partirán varios autobuses desde la estación de Noia media hora antes, a las 10:30 horas. Desde la Plataforma confían en una participación masiva que envíe un mensaje claro a las administraciones responsables.
La protesta incluirá un entierro simbólico de los productos de la ría que contará con los integrantes de la compañía de teatro «Os Quinquilláns», solicitando los organizadores que las personas asistentes acudan vestidas de negro o con ropa de agua.
También habrá un concierto del grupo musical Barahúnda y una degustación de productos de la ría ofrecida por la Cofradía de Noia, que advierte que podría ser la última si se permite que los vertidos de San Finx se lleven a cabo.
La jornada concluirá con una marcha hacia las presas de residuos mineros abandonadas, donde se instalará una pancarta alertando del riesgo catastrófico que suponen y se embotellará agua procedente de la mina para enviar al presidente de la Xunta y a los titulares de las consellerías responsables por la situación de las minas.