La Deputación da Coruña financia las obras de ampliación y mejora de la carretera provincial DP 5602, de Negreira a Ponte Nafonso, en su segunda fase. Los trabajos de movimiento de tierras ya comenzaron por la zona próxima al puente de Barbazán, en la parroquia de Lueiro.
La ampliación de la carretera Negreira-Ponte Nafonso cuenta con un presupuesto de 1,4 millones de euros –incluye el pago de la expropiación de terrenos-, y es una de las inversiones más importantes programadas por el área de Vías y Obras de la Diputación. Se cumple de esta forma el compromiso del Gobierno provincial de dar continuidad al ensanche y mejora del trazado realizado en los primeros seis kilómetros de la carretera, que supusieron una notable mejora de la seguridad.
En esta segunda fase, las obras contemplan la ampliación de la plataforma de la carretera en un tramo de 2,5 kilómetros que va desde el PK 6+105 al 8+630, cerca del puente Barbazán, dotando al vial de una calzada de 7 metros de ancho y arcenes de 0,5 metros en aquellos puntos en los que la línea del planeamiento lo permita. Se llevarán a cabo también trabajos de corrección de trazado en las curvas más peligrosas, acondicionamiento de drenaje longitudinal y transversal de la vía y señalización.
Valoración
El alcalde de Negreira, Manuel Ángel Leis Míguez, valora el inicio de las obras: “É un proxecto longamente esperado por toda a veciñanza e polo que tivemos que pelexar durante moitos anos; primeiro, cun intento fallido para non recorrer ás expropiacións e axilizar o proceso que permitiría facela obra nun menor espazo de tempo, e logo, coa aprobación do proxecto e previo pago das expropiacións”. El regidor agradece el esfuerzo de la Deputación da Coruña.
Las obras finalizarán muy cerca del puente de Barbazán, donde se estrecha notablemente la calzada, lo que ocasiona un problema de seguridad para el que el departamento provincial de Vías y Obras busca la mejor solución.
Un estudio técnico determinará la mejor opción para ampliar el vial en este punto y otorgarle una mayor seguridad a los conductores, por su peligrosidad y el mal estado de conservación del viejo viaducto.