La Deputación da Coruña elevará y ampliará la plataforma del puente de la carretera provincial DP-1302 sobre el río Tambre que conecta los municipios de Negreira y Brión y dotará al viaducto de un nuevo acceso peatonal seguro, unas obras que supondrán una inversión de alrededor de 1,5 millones de euros y que permitirán mejorar la seguridad vial en la zona.
Así lo han acordado este viernes el presidente, Valentín González Formoso, y los alcaldes de Brión, Pablo Lago Sanmartín, y Negreira, Manuel Ángel Leis, en una reunión con los técnicos del servicio de Vías y Obras para seleccionar cuál de las distintas opciones expuestas en el estudio técnico sería la más viable técnica y económicamente para mejorar la seguridad, garantizando el tráfico simultáneo en los dos sentidos de circulación, algo que actualmente no se puede hacer, ya que el puente cuenta con un ancho útil de apenas 3,50 metros.
A este problema se suma la limitación del peso autorizado a 16 toneladas, lo que perjudica gravemente al sector del transporte y al agrícola de los dos ayuntamientos, según le han trasladado los alcaldes, que explicaron que los camiones, vehículos pesados o tractores se ven obligados a dar rodeos de hasta 20 kilómetros.
Solución prevista
Para arreglar estos defectos, en primer lugar, la Deputación realizará un estudio de las características estructurales del puente con el objetivo de garantizar que la subestructura actual soporte la actuación prevista, que consistirá en la instalación de una nueva plataforma, más ancha y elevada que la actual.
La anchura total prevista del nuevo tablero del puente será de 9,80 metros, con carriles en ambos sentidos de 3 metros, arcenes de 0,50 metros, acera de 1,50 metros y espacios para barreras de 0,65 metros. Además de permitir el tráfico seguro en los dos sentidos, las obras habilitarán un paso peatonal seguro del que el viaducto carece a día de hoy.
La actuación supondrá una inversión aproximada de 1,5 millones de euros y exigiría el recrecido de las pilas en unos dos metros aproximadamente, dotándolas de los refuerzos necesarios. En los estribos sería necesario acometer también ampliaciones laterales para acomodar la nueva anchura de 9,80 metros y dotarlos de apoyos dobles, lo que permitiría transferir la torsión acumulada a lo largo del tablero.