La crisis sanitaria y económica de la Covid-19 irrumpió en el año 2020 y obligó a un cambio de prioridades en todas las administraciones. El Concello de Oroso tuvo muy claro desde un primer momento los colectivos que necesitaban una mayor atención durante la pandemia, adoptando durante las semanas y meses posteriores a la declaración del Estado de Alarma un paquete de medidas de apoyo a las familias, pymes y autónomos.
“Nadie contaba con esto, los últimos meses parecen el guión de una película de ciencia ficción, pero los responsables públicos tenemos que adaptarnos a las circunstancias, trasladar tranquilidad y tomar decisiones en beneficio de los vecinos”, asegura el alcalde, Manuel Mirás Franqueira.
En aquellos primeros días del Estado de Alarma fueron tres las prioridades municipales: pedirle a la gente que se quedase en casa, estar muy atentos a los colectivos más vulnerables, y mantener limpios y desinfectados los espacios públicos.
En concreto, el Concello de Oroso habilitó desde el comienzo de la pandemia un servicio para las personas mayores, aquellas que viven solas y las que se encontraban en situación de vulnerabilidad y no contaban con apoyo familiar o social. Se entregó a diario comida o medicamentos gracias al trabajo de Protección Civil a las personas que lo demandaron, además de atender otras necesidades.
Toda la población recibió mascarillas. Comenzó el reparto entre los colectivos de riesgo y las personas mayores, además de los establecimientos comerciales abiertos y de los trabajadores que tenían que incorporarse a sus puestos de trabajo, pero en una fase posterior el reparto llegó al conjunto de la ciudadanía.
Hay que destacar que Oroso fue uno de los primeros concellos de Galicia en repartir mascarillas entre los menores. Un mes antes de ser obligatorias para ellos, repartió 1.100 entre los niños y niñas de 6 a 12 años.
En el mes de mayo de 2020, el Concello de Oroso repartió entre los establecimientos comerciales que abrían sus puertas dispensadores de hidrogel y material de protección (EPI), como mascarillas, guantes, batas y pantallas.
Desde el comienzo de la crisis sanitaria, el concello lleva invertidos cerca de 125.000 euros en material de protección y limpieza para el comercio y la ciudadanía en general.
Familias y pymes
Posteriormente llegaron las medidas de conciliación para las familias, como el campamento de verano con todos los protocolos Covid-19, y las ayudas para los sectores más afectados por la pandemia.
En otoño, el concello aprobó para este año 2021 una rebaja en el IBI y en el recibo de la basura, así como una bonificación de un 60% en el impuesto de vehículos de tracción mecánica para los automóviles eléctricos y híbridos. “Estas medidas fiscales tendrán un impacto de 200.000 euros, con los que contarán los vecinos y vecinas para sus gastos”, destaca el alcalde.
El Concello de Oroso repartió también 134.583,62 euros en aportaciones del programa PEL-Reactiva de la Diputación a los autónomos y microempresas que se vieron afectadas por el cierre del negocio durante el Estado de Alarma, así como aquellas que vieron reducida su facturación en más de un 75% o se habían acogido a un ERTE.
“Desde las administraciones tenemos que activar todo tipo de medidas para ayudar a sectores como la hostelería y el comercio”, afirma Antonio Leira, concejal de Promoción Económica de Oroso.
Además, el Plan Único incluye por primera vez este año un fondo social, que permitirá en el caso de Oroso destinar 142.710,20 euros a ayudas a las familias y colectivos en riesgo de exclusión, medidas de conciliación, adquisición EPI o tareas de desinfección en los centros educativos.
En este año de pandemia, Oroso continuó con su “plan integral de renovación y mantenimiento de los servicios e infraestructuras municipales”, recuerda el concejal de Obras, Luis Rey, y con “espectáculos de cultura segura para ayudar al sector”, concluye la concejala de Cultura, Vanesa Boo.
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