Santiago cuenta desde el pasado mes de junio con un nuevo local: Chez Boubou, un espacio orientado a los desayunos y los brunch que apuesta por la cocina francesa e internacional con productos naturales y ecológicos en un lugar privilegiado, con una terraza situada junto al Parque de Galeras.
“Mi madre me educó siempre en la importancia de comer ecológico y quería apostar por eso: saber qué es lo que estás comiendo, cuidarte y ofrecer al cliente lo mejor, lo que querrías para ti”, explica a Enfoques la propietaria del local, Eva.
El nombre del local tiene múltiples significados: “boubou” es el apodo de Eva, pero también la forma cariñosa en la que se refieren a Boulogne, su ciudad natal en Francia, o al vestido tradicional africano, un guiño a sus orígenes cameruneses.
El producto estrella del local es el huevo —siempre de “gallinas felices”—, con todo tipo de elaboraciones que no es habitual encontrar en Santiago, pero en la carta también destacan crepes, gofres al estilo francés, bocadillos, sándwiches o ensaladas, todo ello apostando siempre por “el buen ambiente, el buen trato y el buen rollo”.
Origen
Eva, quien trabajó durante años en la hostelería, siempre había tenido un sueño: abrir un local al borde de la playa en una isla paradisíaca. Cuando tuvo a su hija decidió que quería cambiar de vida y pasar a ser su propia jefa, tras lo que empezó a buscar el lugar adecuado en Santiago.
Aunque no es una isla paradisíaca, su bajo en Galeras se acerca bastante: la terraza está junto al parque, el local tiene muchísima luz y, a falta de mar, el río Sarela discurre a escasos metros.
El concepto lo tenía muy claro: quería que todas las elaboraciones fuesen caseras, utilizar productos ecológicos cuyo origen se pueda conocer, generar la mínima cantidad de residuos y apostar por desayunos y brunch de inspiración francesa, pero también con propuestas internacionales puntuales.
La intención original era abrir en Semana Santa, pero el papeleo y las reformas obligaron a esperar hasta junio. Así, la apertura llegó de la mano del sol, ideal para disfrutar de la terraza o para dar luz al diáfano interior del local.
La propuesta
Chez Boubou lo apuesta todo al desayuno y el brunch, aunque con propuestas también para comer al mediodía o para disfrutar de la sobremesa. El “rey del bar” es el huevo, siempre de origen sostenible y ecológico y se puede encontrar en todas sus elaboraciones, desde el tradicional poché al menos habitual à la coque, con una cocción rápida que deja la yema blanda al descubierto tras retirar la parte superior de la cáscara.
“Los huevos son siempre de gallinas que han sido felices, no de las que viven encerradas: al final te estás comiendo todo con lo que las alimentan y también ese estrés; lo que no quiero comer en mi casa no lo voy a poner en el local”, detalla Eva.
La carta también incluye platos difíciles de encontrar en Santiago, como gofres al estilo francés o crepes elaborados con harina de sarraceno o bol de açaí, una popular fruta muy valorada por su aporte energético.
Para los desayunos, además de café —también ecológico—, hay desde infusiones hasta té chai o té matcha, pasando por smoothies o incluso un “chupito energético” que cambia cada día.
Los fines de semana los brunch tomarán el relevo de los desayunos, acompañando la comida con música y buen ambiente. Además, serán temáticos: Eva hará a las veces de DJ y viajará a África, a Brasil o a México. “Habrá margaritas, tacos, tequila o tal vez un mafé africano”, detalla.
El horario es de 09:00 a 16:00 horas de martes a viernes, mientras que en fin de semana se extiende hasta las 18:00 para convertir el brunch en tardeo y alargar la fiesta. La acogida hasta ahora ha sido muy buena: vecinos y visitantes se han acercado tanto a por desayunos como a por brunches y el local ha superado la prueba del algodón: quien va, repite.
“Quien venga se va a encontrar un sitio acogedor, diferente a todo lo que hay por aquí y con buen rollo: hay comida sana para disfrutar y cuidarse, pero también buena música y fiesta”, concluye Eva.