La Unidad especializada contra la Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional con base en A Coruña, en colaboración con el Grupo Operativo de Extranjeros de la Comisaría de Policía de Santiago, han conseguido desarticular un grupo criminal dedicado a la explotación sexual de mujeres que operaba en un chalet situado en las afueras de la capital gallega.
En una información recibida por una de estas unidades especializadas se alertaba de actividades relacionadas con el ejercicio de la prostitución en un chalet situado en el extrarradio de Santiago de Compostela, lo que motivó el inicio de la investigación, que permitió corroborar que allí se explotaba sexualmente a mujeres, que recibían un trato degradante y sufrían episodios violentos y agresiones físicas ocasionadas por los explotadores.
Finalmente se consigue identificar a los tres responsables, dos mujeres y un varón, que conformarían un grupo criminal. Los tres tenían un claro reparto de tareas en aras de lograr su objetivo final, esto es, la explotación sexual de sus víctimas, así como la comisión de otros delitos conexos relacionados con el suministro de estupefacientes y potenciadores sexuales a sus clientes.
Los investigadores también pueden determinar que en el interior del chalet estaba siendo explotada una mujer que padecía un alto grado de discapacidad y carente de recursos. Esta circunstancia era aprovechada por los investigados para condicionarla y determinarla a realizar cualquier tipo de servicio así como a instarla al consumo de drogas.
Cualquier otra diligencia de investigación, que no fuese la liberación de la víctima podía esperar, por lo que los hechos se ponen en conocimiento de la Autoridad Judicial, que ordena a los investigadores acceder al interior del inmueble con este objetivo.
Dos policías se hacen cargo desde el primer momento de la víctima, articulándose los protocolos de acompañamiento y atención hasta su derivación al centro especializado, gestionado por una organización con experiencia acreditada en la asistencia a víctimas incardinada en la Rede Galega contra la Trata.
La actividad policial continúa manteniendo contactos con la víctima bajo la supervisión y en coordinación con el equipo asistencial, víctima que permanecerá en una localización segura, alejada de sus explotadores.