Agentes de la Guardia Civil de Tráfico en A Coruña han formulado denuncias contra dos taxistas de la zona de Santiago de Compostela tras dar positivo en controles de alcoholemia.
Los hechos ocurrieron durante el pasado fin de semana, en el marco de dispositivos de vigilancia en distintas carreteras de la provincia. En ambos casos, los conductores se encontraban de servicio y trasladaban a clientes cuando se detectó que superaban ampliamente el límite de alcohol permitido para profesionales, fijado en 0,15 mg/l de aire espirado. Uno de ellos duplicaba la tasa legal y el otro la triplicaba.
En uno de los controles, la intervención se inició gracias a un aviso ciudadano que alertó sobre un posible caso de conducción bajo los efectos del alcohol, lo que permitió a los agentes localizar y detener el vehículo para realizar las pruebas.
Tras confirmarse las infracciones, los taxis fueron inmovilizados y los pasajeros fueron trasladados a otros vehículos para que pudieran continuar su viaje. Según establece la Ley de Seguridad Vial, esta conducta se considera una infracción muy grave, sancionada con una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del permiso de conducir.