Tras un duelo reñido con la Sabina de Blancas de Teruel, el Carballo del Banquete de Conxo representará a España en el próximo Árbol Europeo del Año, una especie de Eurovisión de los árboles organizado por la Environmental Partnership Association (EPA), organización que promueve y protege el patrimonio natural europeo. El festival, en marcha desde 2011, destaca aquellas especies del continente que tienen una singular historia.
Con más de 250 años a sus espaldas, situado al sur de Santiago de Compostela, se erige este roble de 30 metros testimonio, el 2 de marzo de 1856, del Banquete Democrático de Conxo, acto donde los jóvenes universitarios de la época, entre ellos, Luis Rodríguez Seoane, Aurelio Aguirre y Eduardo Pondal, sirvieron la mesa a los artesanos y obreros de la ciudad, todo un símbolo revolucionario de confraternidad entre clases sociales.
También fue un gran amigo de la poetisa Rosalía de Castro, quien quedó fascinada por su belleza y la cual dedicaría diversos versos en su obra En las orillas del Sar (1884), especialmente, para defender la naturaleza de este paraje de la tala incontrolada ordenada por los gobiernos y empresas en el territorio. Por así decirlo, estos textos constituyen hoy la primera proclama ecologista en favor de la supervivencia de la flora autóctona gallega.
La escritora más universal de la terriña definía el carballo como “árbol patrio”, un apelativo que ha recuperado el alcalde compostelano Xosé Sánchez Bugallo en sus seguidos llamamientos a la población las semanas previas al cierre de una votación ajustada con el ejemplar de Aragón: “No es solo un emblema para Santiago, es un árbol resiliente cuya supervivencia hasta nuestros días es una muestra maravillosa de lo que es Galicia”.
Ahora toca esperar a la primavera para conocer si nuestro carballo corre la misma suerte y consigue llevarse el trofeo batiéndose al resto de participantes: Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Francia, Inglaterra, Italia, Letonia, Países Bajos, Polonia, Portugal y Rusia. España consiguió la edición anterior su primera victoria con la Carrasca Milenaria de Lecina (Huesca), testigo de pactos entre caballeros y escondrijo de brujas del lugar.