El alcalde de Santiago, Xóse Sánchez Bugallo, ha ratificado la aprobación del documento para el proyecto de mejora de calidad del aire y la implantación de una zona de bajas emisiones exigido por el Gobierno central para las ciudades de más de 50.000 habitantes, en el que el conjunto del casco histórico será el área de cero emisiones. Durante la comparecencia sobre la junta de gobierno local, Bugallo ha estado acompañado por el concejal de Movilidad, Gonzalo Muíños, y el director de Cinfo, Eduardo Díaz, que es la empresa encargada de hacer este ‘proyecto de zona baja de emisiones’.
El trabajo elaborado por Cinfo ha hecho un análisis de la situación actual de la calidad del aire en Compostela con proyectos que ya estaban en marcha como ‘Smartiago’ y ‘Trafair’, una colaboración de la USC con varias universidades europeas para evaluar este parámetro. Díaz ha asegurado que la calidad del aire en Santiago de Compostela es buena, «como no podía ser de otra manera», por lo que la necesidad de tomar medidas aspira a «avanzar en la lucha contra el cambio climático» y «mejorar la movilidad».
El proyecto plantea la almendra del casco histórico como la zona de bajas emisiones y se acompañará progresivamente de otras medidas complementarias, como la implantación de este tipo de zona en O Restollal. En estas áreas de la ciudad no se podrá entrar con vehículos antiguos (diesel previos a 2006 y gasolina previos a 2001) por la contaminación que estos generan.
Pese a esto, Gonzalo Muíños ha querido tranquilizar a los vecinos de Compostela y ha asegurado que estas medidas no supondrán para la población «la obligación de tener que cambiar su vehículo». El concejal también ha expresado que «nos tenemos que acostumbrar» a estos procesos porque «vienen para quedarse», pero que siempre se harán de una forma gradual con «objetivos realistas» y un periodo previo de adaptación.