El nuevo director de la Real Filharmonía de Galicia (RFG), Baldur Brönnimann, ha avanzado que comenzará su andadura con el objetivo de acercar la música clásica a toda la sociedad, ya que cree que “tiene cosas que aportar” al período actual. Brönnimann ha sido presentado este martes como nuevo director y asumirá el cargo en enero de 2023 como relevo de Paul Daniel. Así, en el acto han detallado que el contrato actual es de dos años con posibilidad de renovarse por anualidades hasta un máximo de cinco años.
En el acto, celebrado en el Museo do Pobo Galego, han participado el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, la directora técnica de la RFG, Sabela García, y la gerenta del Consorcio de Santiago, Belén Hernández, que ha afirmado que el emplazamiento escogido para esta presentación ha sido elegido por el propio director como “un lugar simbólico que representa la esencia y la modernidad de la ciudad”.
Así, Brönnimann ha remarcado la ilusión con la que afronta este nuevo proyecto en el que se ve “muy implicado”, ya que se considera un “músico de hoy” y cree que la música clásica “tiene que aportar cosas al período actual y hace el pasado relevante para el presente”.
En esta línea, ha detallado los diferentes ámbitos en los que centrará su trabajo: la implicación social, en la que ha remarcado las “herramientas que le brindan al público para acercarse a las obras del pasado”; la calidad artística y la renovación del repertorio; y el compromiso formativo, ya que tanto la creación como la formación en el tejido musical del mañana, ha señalado, “es muy importante”.
“Espero que en el momento que conozca mejor Santiago pueda extender este trabajo, ir adonde está el público, no esperar a que él venga a nosotros y hacer proyectos que de verdad impliquen a la gente y puedan conocer la música clásica”, ha puntualizado el director. Por su parte, la gerenta del Consorcio de Santiago ha incidido en que esta nueva etapa arranca con la “sensación de tener una hoja de ruta, de tener los deberes hechos” y ha asegurado que tienen claro a donde quieren llegar.
“No quedar anclados en el pasado”
Así, ha aludido a los cambios sociales que se han producido en los últimos tiempos, que ha esgrimido que “no pueden quedan anclados en el pasado” y tienen que “ser conscientes de lo que tienen alrededor”. En esta línea se ha pronunciado también la directora técnica de la RFG, que ha incidido en la importancia de que las instituciones se “reinventen cada cierto tiempo, escuchen al mundo, andar con los tiempos y mostrar a la ciudadanía la importancia que tiene la música como vehículo de cohesión, de bienestar y de transformación social”.
Por su parte, Bugallo ha remarcado que la oferta de “calidad” de la música llegó a Santiago, primero, con la construcción del Auditorio de Galicia, y segundo, con la propia creación de la Real Filharmonía de Galicia. “La combinación de estos dos elementos produjo un cambio radical con respecto al panorama anterior”, ha apuntado el edil.
Además, ha definido al nuevo director como un “músico clásico y moderno” con el objetivo de construir la orquesta del siglo XXI y que “no sea una orquesta de unos cuantos”, sino que el conjunto de la ciudadanía “la vea como parte de su actividad sociocultural”. “Estoy seguro de que podrás hacer muchas cosas en Santiago”, ha animado Bugallo al nuevo director.
Finalmente, la directora técnica ha avanzado que el primer concierto como director de Baldur Brönnimann será el próximo año, en concreto, en el mes de junio.
El nuevo director
Brönnimann nació en Suiza y se formó en la Academia de Música de la Ciudad de Basilea y en el Royal Northern College of Music de Manchester, donde posteriormente fue tutor visitante de dirección.
En la actualidad, lidera la Sinfonietta de Basilea, orquesta en la que terminará su etapa en el próximo mes de junio. Allí, dirige programas que combinan obras contemporáneas con el repertorio estándar, con lo que busca desafiar las convenciones clásicas y explorar nuevas vías para la interpretación orquestal.
De esta forma, según ha señalado la RFG en un comunicado, es una persona “profundamente comprometida” con la relevancia de la música clásica en el siglo XXI.