El servicio de urgencias del Complejo Hospitalario Universitario Hospitalario de Santiago (CHUS) vivió este lunes una tarde de colapso total: alrededor de las 15:45 horas había 60 pacientes —24 graves y 36 con el ingreso en planta firmado— esperando ingreso en los pasillos central y colindantes a pesar de que el nivel de ocupación de camas en aquel momento era de un 55%.
La Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS ha denunciado el “uso ilegal” de los pasillos, que constituye “una violación sistemática y planificada de los derechos fundamentales de los pacientes”. “Su uso como almacén de personas va en contra del propósito del servicio establecido en la Ley de Saúde de Galicia y de los estándares de calidad establecidos por el Ministerio de Sanidad”, sentencian.
A las 14:00 horas del lunes había diez pacientes graves esperando en el corredor de acceso y otros 37 pacientes con el ingreso en planta firmado ocupando este espacio de trabajo. “A pesar de que el coordinador del servicio y la gerencia fueron avisados, dos horas más tarde había 24 pacientes graves y 36 con ingreso firmado esperando”, relatan.
“La gerente, Eloína Núñez, y el coordinador del servicio, Plácido Mayán, persisten en su ejercicio de irresponsabilidad no sólo hacia los pacientes, sino también hacia los trabajadores del CHUS, quienes se ven obligados a trabajar en condiciones de presión intolerables que afectan a la calidad asistencial que recibimos”, prosigue la Asociación de Pacientes del CHUS.