Una de señas de identidad de O Son do Camiño, al igual que otros macrofestivales, es la variedad en su propuesta, mezclando a algunos de los principales artistas actuales del panorama español y latinoamericano con grupos ingleses consagrados y músicos emergentes tanto a nivel gallego como estatal. Esta combinación, pensada para captar más público, ha estallado en esta edición, agravada por la decisión de juntar los dos escenarios: varios artistas se han quejado de la actitud en sus conciertos del público que sólo acudía para guardar sitio para los cabezas de cartel.
Esto pasó el otro día en el O son do Camiño. Dejo un texto desahogándome. Lo necesitaba. https://t.co/6hrYoEBuD9 pic.twitter.com/dJbiLnWoAN
— Grasias (@SandraSabater) June 19, 2023
El más sonado ha sido el caso de la guitarrista de Ginebras, Sandra Sabater, que actuó el viernes en el Monto do Gozo antes de artistas como Trueno o Maluma. “En varios conciertos, incluido el nuestro, las primeras filas estaban copadas de grupos reservando hueco para ver a un artista que actuaba después, mientras que otros estaban de pie, con cara de culo, bostezando e incluso vacilando”, lamentaba a través de su cuenta de Twitter.
La reflexión fue compartida por Chica Sobresalto, que actuó en el mismo festival al día siguiente, o por Fillas de Cassandra, que recuerdan que, ante el “esfuerzo físico y emocional brutal” de estas actuaciones, piden “al menos el respeto de mirar para adelante”. “Se non, marcha”, sentencian.
Esta falta de respeto a la banda que actúa me parece lamentable. O son do Camiño debería tomar nota y medidas para ediciones venideras pic.twitter.com/fIsMDmHNEc
— Oxímoron (@AlexMendu) June 19, 2023
Además de para los artistas, esta situación también es un problema para los fans de esos grupos que actúan antes de lo cabezas de cartel o incluso para aquellos que los descubren en el festival. “Esas personas no dejan disfrutar al concierto a los que sí estaban ahí para escucharnos, no necesariamente fans, también curiosos”, recordaba Sabater, que entiende que “no se puede gustar a todo el mundo”, pero “es tan sencillo como echarse un poquito para atrás y dejar hueco a los que sí quieren escuchar”.
“Los festivales son una experiencia para compartir, descubrir, celebrar y cuyo principal propósito es que muchas personas con gustos distintos vivan el momento como si fuese mágico; si quieres ver a un artista en concreto, cómprate una entrad para ir a verle en su gira, pero no manches la experiencia de otra persona con tu sentada y tu falta de respeto”, concluía la guitarrista de Ginebras.