Santiago de Compostela acoge esta semana las pruebas tecnológicas, tanto reales como simuladas, del tráfico aéreo de vehículos no tripulados “más avanzadas de Europa”.
Tras el paso por Cranfield (Reino Unido), Ámsterdam y Rotterdam (Países Baixos), la capital gallega será la “única ciudad española” en la que se realice.
Estas acciones se enmarcan en el proyecto europeo H2020 Amu-Led en el que participan 17 empresas y que tiene como objetivo “demostrar la integración del espacio aéreo compartido de aeronaves no tripuladas con la aviación tradicional”, ha señalado Jorge Seoane Brandariz, responsable de I+D de la división de sensórica y de sistemas aéreos no tripulados del Instituto Tecnolóxico de Galicia (ITG).
La presentación ha tenido lugar este miércoles en la Cidade da Cultura, en la cual han instalado un centro de control que simula cómo sería en un futuro ese punto desde el que se podrían gestionar drones o aviones, entre otros, ha señalado Brandariz.
Con todo, durante esta jornada no se han podido realizar vuelos reales debido a las lluvias registradas en la ciudad, aunque sí se han llevado a cabo las acciones simuladas.
En el ensayo se realizarán más de 30 operaciones, tanto reales como simuladas, en los once vertipuertos que se situarán en la Cidade da Cultura, el aeropuerto de Lavacolla, el campo de fútbol de la Universidade de Santiago y la base del helicóptero del 061 en el Hospital de Conxo.
El alcalde de Santiago, Xosé Sáchez Bugallo, ha señalado que estas “innovaciones tecnológicas son imparables” y, aunque “pueden gustar más o menos”, hay que “ponerse a la vanguardia”.
Así, Bugallo ha recordado la presentación del coche sin conductor hace unos días en Santiago y ha señalado que “en un plazo muy corto habrá que acostumbrarse a que sea habitual ir en un ‘aerotaxi'”.
Movilidad sostenible
El presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón, ha destacado que se trata de un proyecto colaborativo “virtuoso” para contribuir a la descarbonización del transporte que, “en el caso de los servicios de paquetería en entornos urbanos es responsable del 25% de las emisiones de CO2 y del 50% de las partículas emitidas a la atmósfera en nuestras ciudades.
Los promotores del proyecto destacan los beneficios de descongestión de las carreteras, mejoras en el transporte de personas y bienes, la reducción y flexibilidad de los tiempo de trayectos y la disminución de la contaminación y de los accidentes de tráfico.
El Ministerio de Transportes, Movilidad, Agenda Urbana (Mitma) ha definido este sector como “estratégico” para Europa y preven un impacto económico superior a los 10.000 millones de euros al año, principalmente en el sector de los servicios, así como la creación de puestos directos que “puede llegar a generar hasta el 2035” se sitúan en los 100.000, según datos de la Comisión Europea.