Dos kilómetros de carril bici, más plazas de aparcamiento para residentes y una vía con un tráfico más pacificado. Ese será el resultado de las actuaciones que el Concello de Santiago ha iniciado en la Avenidas de Xoán XXIII y do Burgo das Nacións, que buscan “avanzar en un modelo de movilidad más sostenible, con más espacio para los peatones y para la bicicleta, y más seguro para los viandantes”.
Los concelleiros de Mobilidade, Xan Duro, y Obras, Xesús Domínguez, presentaron este lunes esta actuación, que ya está en marcha y que supondrá la supresión de dos carriles de circulación en la avenida de Xoán XXIII, “a la que queremos darle un tratamiento acorde con una vía urbana en la que el límite de circulación es de 30 kilómetros por hora”.
De esa manera, se gana espacio para acondicionar un carril bici de subida y de bajada a ambos lados de la calzada. Ese carril bici tendrá continuidad por la Avenida do Burgo das Nacións hasta el cruce con la avenida de Castelao, en Vite. Siguiendo hacia San Caetano, se va a acondicionar una senda que atravesará el parque Pablo Iglesias y Blanco Amor, que llegará hasta la senda ya existente en la Rúa dos Irmandiños que conecta con el aparcamiento disuasorio de Salgueiriños. Además, está previsto comunicar también el carril bici con el que ya está señalizado en Cancelas y con el futuro sendero ciclable que está construyendo la Xunta desde Milladoiro.
En total, con esta actuación Santiago ganará dos kilómetros de carril bici. El concelleiro de Mobilidade recordó que la voluntad del Gobierno “es fomentar los modos blandos de transporte, hacer de Compostela una ciudad más amable con la bicicleta, y facilitar la convivencia de la bici con otros vehículos, tal y como se está haciendo en otras actuaciones”.
Más aparcamiento para residentes
La supresión de carriles de circulación en Xoán XXIII también permitirá acondicionar más plazas de aparcamiento: de las 23 actuales se pasará a 70, todas ellas para el uso de residentes. Xan Duro explicó que “con esta reserva, queremos atender a la población de la zona, pero también evitar tráfico parásito, que es aquel que se mueve buscando únicamente un lugar para estacionar”.
El concelleiro de Obras explicó que la actuación también contempla la elevación de los pasos de peatones existentes, “con el objetivo de mejorar la seguridad para los peatones, que ya no tendrán que atravesar cuatro carriles, de mejorar la accesibilidad y también de hacer cumplir los límites de velocidad”. En ese sentido, Xesús Domínguez incidió en que Xoán XXIII “es una vía que está sobredimensionada, y consideramos muy positivo reducir los cuatro carriles de circulación a sólo dos, buscando una ciudad más amable”.
La reforma de Xoán XXIII supondrá una inversión de algo más de 70.000 euros, entre la obra civil y el pintado y señalización.
El Gobierno local destaca que se trata de “una actuación transversal enmarcada en el urbanismo táctico”, que se encuadra en “el reto de una Compostela mejor para vivir, con un espacio más habitable y más seguro para las personas”. Así, Domínguez ha destacado que esta intervención “no es una obra aislada de la acción de Gobierno, sino que forma parte de un proyecto global en el que se estudiará la viabilidad de extenderlo a otras calles de similares características de la ciudad”.