La aerolínea Ryanair ha iniciado un proceso penal contra un pasajero que fue desalojado de un avión por la Guardia Civil tras intentar ocupar un asiento que no le correspondía. El incidente ocurrió el pasado 17 de enero en el vuelo FR2001, que cubría la ruta Lanzarote-Santiago de Compostela, y provocó un retraso de 40 minutos en la salida del avión.
Según informó la compañía en un comunicado, el viajero reaccionó de manera «verbalmente agresiva» cuando la tripulación le solicitó que mostrara su tarjeta de embarque. Además, el pasajero alegó ser un diplomático de la ONU para justificar su acción.
Un portavoz de Ryanair condenó lo sucedido, subrayando que «es inaceptable que los pasajeros, muchos de ellos de vacaciones con sus familias, sufran retrasos innecesarios debido al comportamiento de un viajero indisciplinado».
La aerolínea ha señalado que, de prosperar la acción legal, el implicado podría enfrentarse a una pena de prisión de tres a doce meses o a una multa económica de seis a 18 meses.
«Confiamos en que este caso sirva para disuadir futuras conductas inapropiadas a bordo de nuestros vuelos y garantizar un entorno seguro y respetuoso para pasajeros y tripulación», concluyó el portavoz de Ryanair.