El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Policía Local de Ames han investigado a un varón como presunto autor de un delito de maltrato animal y abandono por haberse mudado a Santiago y dejar a su perra sola en su piso, de donde fue rescatada después de que los vecinos alertasen de que oían gemidos y llantos del animal.
La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada por la comunidad de vecinos donde residía el hombre, ya que durante los últimos meses habían escuchado llantos y gemidos de la perra y no habían visto a su propietario por allí en mucho tiempo.
Una patrulla del Seprona se desplazó al piso, donde encontraron al animal falto de manutención, custodia y vigilancia. Estaba en estado de caquexia severa y deshidratación, con escasa libertad de movimientos, en condiciones higiénicas desfavorables, con las uñas extremadamente largas y curvadas y junto a un cúmulo de heces.

La perra —de raza «potencialmente peligrosa», según la Guardia Civil— estaba sometida a un sufrimiento injustificado, agravándose su estado de salud con el transcurso del tiempo, corriendo riesgo para su vida al no recibir los cuidados necesarios. Así, los agentes procedieron a su aprehensión cautelar para garantizar su supervivencia.
El propietario ya había sido propuesto para sanción por el Seprona hace dos años, ya que el animal carecía de microchip y él no tenía licencia para la tenencia de animales potencialmente peligrosos ni el seguro de responsabilidad civil obligatorio. En todo este tiempo no había subsanado ninguna de estas cuestiones.
Las actuaciones realizadas fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Santiago de Compostela.