La Guardia Civil ha detenido en el marco de la conocida como “Operación LUBU” a un grupo integrado por seis personas que de forma sistemática robaban en el punto limpio de Boqueixón, sustrayendo material tecnológico y electrodomésticos y obteniendo beneficios de hasta 16.000 euros tan solo entre octubre y noviembre.
El Equipo ROCA de la Guardia Civil de Santiago de Compostela, en colaboración con el Puesto de Lestedo y el apoyo de la patrulla de Compañía de Santiago, ha logrado la detención de estas seis personas y la investigación de otros dos por delitos continuados contra el patrimonio.
Los actos criminales se llevaron a cabo en el recinto municipal del punto limpio ubicado en el Polígono Industrial de Sergude, en Boqueixón. Entre los arrestados se encuentra un menor de edad. Las investigaciones, iniciadas en octubre de este año, fueron el resultado de un aumento significativo en el número de robos en el interior del punto limpio de Boqueixón. Estos hechos generaron una alarma social entre la empresa encargada de gestionar el ecoparque y otras empresas ubicadas en el polígono, siendo denunciados por el Consistorio local en el Puesto de Lestedo.
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Con el objetivo de identificar y detener a los responsables de estos robos, la Guardia Civil inició la operación LUBU. En la primera fase se logró identificar a siete presuntos autores, vecinos de A Estrada y todos de origen extranjero y con lazos familiares. Estos individuos actuaban de manera coordinada y se desplazaban en tres furgonetas desde A Estrada hasta el punto limpio en Boqueixón.
El modus operandi consistía en realizar los robos los días de apertura al público del ecoparque, los miércoles y sábados. Estacionaban las furgonetas en la parte trasera del lugar próximo a la hora de cierre y, mientras unos vigilaban desde el exterior, el resto accedía al interior rompiendo la malla del cierre perimetral o saltando el perímetro de tres metros de altura. Priorizaban el robo de material tecnológico y electrodomésticos.
Durante la investigación, se descubrió que en algunas ocasiones contaban con la colaboración de un empleado municipal del recinto, quien presuntamente recibía dadivas a cambio de facilitar el acceso a las instalaciones para cometer los robos. Tras los robos, transportaban la chatarra a una chatarrería en O Porriño para su venta. Los investigadores estimaron que durante octubre y noviembre, los delincuentes obtuvieron beneficios superiores a los 16.000 euros.
En la fase de explotación de la operación, cinco miembros de la banda fueron detenidos in fraganti mientras realizaban un nuevo robo con escalo en la instalación, incautándoseles electrodomésticos, residuos y piezas metálicas sustraídos del punto limpio tras escalar el cierre perimetral. Los demás fueron detenidos posteriormente.