Camariñas salda su deuda con los represaliados de la Guerra Civil

El Concello organizó dos actos, en Ponte do Porto y en Camariñas, donde instaló placas en homenaje a los vecinos represaliados

El Concello de Camariñas vivió este martes una jornada muy emotiva en la que, después de mucho tiempo, saldó su deuda histórica con los vecinos y vecinas del municipio que fueron represaliados durante la Guerra Civil.

Se llevaron a cabo dos actos, uno en Ponte do Porto y otro en Camariñas, que estuvieron amenizados por el coro municipal “Brisas do Mar” y en los que se instalaron placas en recuerdo de estas personas que fueron asesinadas por el bando franquista. Participaron la alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, y otros miembros de la corporación, así como familiares de las personas homenajeadas, otros vecinos y vecinas del municipio, el alcalde de Muxía, Iago Toba, y el historiador gallego pionero en restauración histórica, Luis Lamela García.

En Ponte do Porto se colocó en la calle Outeiro, frente a la casa de Mazaeda, donde vivió uno de los sindicalistas de la villa que corrió mejor suerte que sus compañeros, ya que logró escapar a Cuba, zona donde también estaban los sindicatos de obreros. Los recordados de la villa portuaria son: Andrés Celestino Balsas Vello, Pacifico Constante Campa Santos “Constante de Correa”, Ramón Carballo Tajes, Manuel Carracedo Balsa, Adolfo Antonio Grela y Antonio Santos “Castañiñas”.

En Camariñas, fue en los jardines de la dársena, frente a donde durante los años anteriores a la dictadura estuvo el Liceo, una sociedad para marineros y obreros. Los recordados fueron Jacinto Campaña Martínez, Faustino Dios Vidal y Juan Fernández Moreira.

La alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, que repasó la historia de cada uno de los homenajeados, explicó que “queremos recordar a las víctimas de nuestro municipio a las que les arrebataron la vida por luchar por una España diferente, de progreso y democracia”. “Su memoria no será olvidada. Su lucha, su compromiso con la libertad, su valentía en tiempos difíciles, todo eso vivirá en nuestras mentes y en nuestros corazones”, afirmó.

“Soy consciente de que este acto debía haber llegado antes. Asumo la parte de culpa que nos corresponde después de 40 años gobernando en Camariñas y les pido disculpas de corazón. Me comprometo a que, a partir de hoy, cada 31 de octubre, honraremos el recuerdo de estas personas. No puede ser de otra manera”, anunció.

Por su parte, María Rivas destacó el esfuerzo del Gobierno para combatir el olvido histórico, ya que “el olvido no es una opción para mejorar nuestra democracia” y resaltó la importancia de la celebración de este tipo de actos, que constituyen “un acto de reparación, justicia y dignidad y que reconoce el compromiso con la libertad y con los valores democráticos de la vecindad de esta villa”.

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